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viernes, 28 de diciembre de 2018

Debería ser al revés



El otro día observé unos datos estadísticos sobre la participación en EGPs, particularmente en el EGP de Bélgica del 2017. El gráfico que comparto es revelador: en el eje vertical me costó averiguar que se refería al número de participantes. Y es que está bien hacer gráficos, pero hay que saber leerlos e interpretarlos. No sirve de nada realizar análisis estadísticos si no se interpretan. El objetivo parece que es mostrar, en lo que sería estadística descriptiva y nada más. Pero todo análisis que no se haga de dicho trabajo, lo hace completamente inútil.

Pero me parece llamativo que hayan pongamos un 90% de jugadores de un rating de Elo superior a 2100 y por ejemplo un 10% de jugadores menos habituales en torneos. Pienso que debería ser al revés: en un torneo deberían existir quizá un 10% de jugadores de rating elevado y un 90% de los demás jugadores. ¿Por qué esta diferencia? Evidentemente es debido a otros motivos que vengo comentando por el blog, aunque en países donde no hay tanto paro y sin una tradición futbolística tan arraigada como en España pienso que la participación debería ser mucho mayor. 

Primero: No me parece bien que propongan adjetivos o nombres para clasificar a los jugadores en función de su Elo oficial. Aquí podría enlazar con la posibilidad de jugar con sobrenombres (todo sea por incentivar la participación), pero tal vez a algunos jugadores no les gustaría ver su nombre en una lista junto al calificativo de: "New" o "Promising". Ellos siguen un criterio muy lógico para autocalificarse como "Élite", que es haber quedado cuarto en algún campeonato Europeo, pero no tiene mucho sentido si digamos en un campeonato Europeo participan por ejemplo 4 o 5 personas (en el pasado EGP en Berlín creo que fueron 7, lo cual es especialmente llamativo en un país tan avanzado como Alemania). 

Tampoco creo que los puntos se repartan de una forma coherente. Es decir, un jugador que por ejemplo no haya jugado en su vida al othello puede jugar sus primeras partidas en Berlín, quedar séptimo y obtener en la clasificación final más puntos que otro jugador que ha participado en París y ha quedado undécimo y no recibe puntos simplemente porque en Paris jugaron 50 jugadores, 20 de ellos muy buenos. 

Pero esa es otra historia. Lo preocupante es: ¿cuál es el futuro del othello cuando el ratio de participación está invertido? Es decir, hay pocos jugadores a los que ellos llaman "Promising". Y por eso creo que el ratio Elo está bien: es un número obtenido matemáticamente y no entra a calificar discrecionalmente el nivel. Nada impediría a los organizadores cambiar los calificativos y empezar a llamarles "novatos", o autocalificarse a si mismos como "Superb players". De todos modos, yo me centraría en los nuevos jugadores. 

Yo creo que aquí la clave debe ser establecer un feedback muy fuerte y profundo con los nuevos jugadores. Hacerles una encuesta, (como una encuesta de satisfacción o algo así) pedirles su opinión para tenerla en cuenta y en definitiva invitarles por mail si es necesario a cada evento Europeo. Por último, y viendo la suscripción de 50€ al evento de Ghent, pienso que el precio está bien. Pero estaría mejor si los jugadores de "élite" e incluso cualquiera que así lo desee, aporte una cuota anual para invitar a nuevos jugadores. La cuota anual también podría dar derecho a los aportantes a obtener rebajas en sus participaciones en otros eventos Europeos. Si esa cuota es de 50€, por unas 100 aportaciones, tendrían una cantidad cercana a los 5.000€. ¿Acaso lo están haciendo? Si lo hacen y yo como jugador ni me he enterado, es que algo funciona mal...

Así que deberían constituir una empresa formal, con sede en algún país de la UE. Que cada socio aporte anualmente cierto dinero, que nombren a unos gestores democráticamente, en definitiva: que se formalicen y se constituyan como una organización oficial dedicada a fomentar el othello, utilizando para ello recursos económicos, (en realidad, como funcionan todas las organizaciones o empresas). Con 5.000€ al año de aportaciones se puede organizar un gran evento invitando hasta a 20 jugadores nuevos con todos (o casi todos) los gastos pagados.  Un viaje en avión puede costar dependiendo del destino unos 100 o 200€ (cuanto antes se reserve suele ser más barato). Alojamiento a parte, podrían invitar por sorteo a un jugador de cada país o al Campeón Nacional en caso de no querer hacerlo así. Es solo una idea. Seguro que si a ti te dicen que te invitan a Paris a jugar un día a othello con el viaje en avión pagado, aceptas encantado.

Otros motivos son como he comentado, el no respetar la privacidad de los jugadores.  Otras cuestiones son también el número de partidas, en las que jugadores quizá piensen que no vale la pena viajar para jugar un día y perder 7 u 8 partidas. Creo que en un evento de este tipo el número de partidas se debería maximizar más. Debate a parte sería considerar hacerlo en un solo día (menos coste para pagar el alojamiento) o improvisar algún tipo de alojamiento barato en alguna posada aceptable cercana al lugar del evento.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

El Othello: ¿El juego que mataron los frikis? - Parte II

Parte I

Actitudes cuestionables acerca de ciertos jugadores

Punto 2: Los frikis de las 16 horas. 

Empecé el punto 1 recordando que en este segundo punto daría detalles sobre un segundo aspecto que a mi parecer ha condicinado que el othello deje de jugarse o no pueda crecer como es debido. Siendo algo exagerado, tal vez cabría argumentar que con el Punto 1 se mata al othello, (o más correcto sería decir, que no se le deja crecer) mientras que con este Punto 2, diría que se le entierra, o directamente sí que se le hace cierto daño a su característica estructural innegable, que son el número de aperturas "aceptables", (definiendo aquí una apertura aceptable como una que no te deje en más de 3 puntos de desventaja). 

Como he comentado al principio, mi indignación con ciertos jugadores a nivel económico puede ser rápidamente acallada. Pueden argumentar que cada cual es libre de gastar su dinero en lo que considere, y yo no soy nadie para sugerir a otros que depositen 10 euros anuales a un fondo común. En este segundo punto, sí que no encuentro significado o argumento que me permita no indignarme con ciertos jugadores. Creo que no es una posición lógica lo que a continuación voy a detallar. Sí cabe la pena destacar que igual que sucedía en el caso anterior, habrán jugadores que se gasten 100 euros, y otros que se gasten 1000, de modo que aquí también habrán jugadores que dediquen 1, 2 o 3 horas al día y otros jugadores que dediquen 10, 12 e incluso 16 horas. Vale la pena mencionar que lógicamente, mi sorpresa es más elevada en los últimos casos, en los más extremos. 

Allá vamos: me parece deleznable que por ejemplo un jugador dedique 12 horas al día a jugar al othello y no sea capaz de dedicar una mísera hora para fomentar el juego, crear un blog o una página web o tratar de ayudar en algo para fomentarlo. Pensamientos maquiavélicos y tal vez no muy congruentes me han llevado a pensar que tal vez todos estos jugadores están más a gusto jugando "solos", en su pequeña comunidad, y que no les gustaría que el othello creciera. Si el othello creciese, tal vez tendrían menos oportunidades de seguir en lo más alto. Y lo digo por la expresión escuchada de parte de varios jugadores de élite: "Friendly community", (Cuánto daño hace la Friendly Community al othello). Con esa expresión, que puede no ocultar mayor dramatismo, se da a entender que son una comunidad pequeña de amigos, que tal vez todo lo que yo aquí comento está de más, que soy un loco fuera de su órbita y que ya les va bien jugar torneos con 20 participantes. Quizá mi concepción ajedrecística aquí, donde entiendo al reversi como juego sustancialmente superior al ajedrez en su concepto y belleza, y por tanto que deberían organizarse en el futuro campeonatos con un sistema parecido al mismo, está absolutamente fuera de lugar. 

Hay que pensar más en 1- El othello, y 2- La comunidad que no forma parte de la Friendly Community (¡y que tal vez jugando al othello no le gustaría formar parte!). Aquí vienen de nuevo insultos de parte de jugadores de Playok, "Pandilla de frikis", y cosas del estilo han sido insultos muy repetidos, aunque no por su connotación peyorativa, debemos ignorarlos. Aquí el lector puede percibir mi extremo sentido de la autocrítica, al buscar en una falta de respeto por parte de un personaje anónimo a través de internet, cierto porcentaje de razón. Tal vez a jugadores profesionales de ajedrez algún personajillo les llame igual. Sin embargo, no hay peor insulto que el que tiene parte de verdad, y en un evento donde juegan  menos de 10 jugadores, debemos cuestionarnos ciertas cosas. Corresponde a nosotros por tanto esforzarnos y asegurarnos de que existen normas de cumplimiento y de que funcionamos como una organización grande, (porque lo somos). Aunque jueguen pocos jugadores un torneo, si tenemos un comité, una estructura seria detrás, un órgano directivo, dichos desprecios por parte de jugadores rata, no serán más que una anécdota. 


El término "friki" empezó a utilizarse como concepto anglosajón en los años 2000 con tono despectivo para cierta gente muy extraña. Por ejemplo personas que tenían cientos de piercings o para el hombre lagarto, (aquel hombre que se tatuó todo el cuerpo de verde). Sin embargo con el transcurso de los años, la palabra "friki" se ha ido asociando más a cualquier persona que tenga una simple afición. No me parece correcto ni apropiado, ya que le veo cierto tono peyorativo. Más lamentable aun, es que dicho concepto sea asimilado por ciertas personas y vayan un paso más allá y lo tomen como un halago. ("Soy un friki del othello :-)"). No debemos olvidarnos de que, como yo, hay más personas que para ellas la connotación del friki es negativa, es alguien en general rarito, poco sociable, y de ahí no tardan en deducir, (por supuesto erróneamente) que mala persona. Simplemente es alguien que no encaja bien en grupos sociales convencionales, lo cual les puede disgustar. En una sociedad actual tan predeterminada y manipulada a los estándares de lo que el establishnment considera como normal, simples desviaciones de esos patrones capitalistas generan dudas e inseguridad en el entorno de las personas que pueden desviarse un poco de esos conceptos. Últimamente se trata de que dichas personas se adapten, cambien y encajen en una sociedad que no cuadra con sus (probablemente mejores) ideales éticos y morales. Mi ideología va más en el sentido de respetar a todo el mundo y de no marginar a alguien porque sea diferente. Por ejemplo: alguien que tenga asperger difícilmente va a tener amigos. La lógica conduce a pensar que es más sencillo que esas pocas personas con asperger cambien (para eso están los educadores sociales) pero a menudo no nos damos cuenta de que es mucho más sencillo que la mayoría de la gente convencional les entienda y se adapte a ellos, antes de que ellos cambien y se adapten al resto. (Del mismo modo que se construyen rampas para minusválidos y no se les fuerza a subir arrastrándose o de otro modo por el simple hecho de ser minoría).

Negar a veces la forma de pensar absurda, insultante e incluso estúpida de ciertas personas, nos va a impedir también crecer, ya que también debemos hacer cambiar a esas personas su incorrecta forma de pensar. Debemos ser capaces de hacerles ver que ni somos raritos, ni somos poco sociables, ni somos unos frikis: simplemente somos unas personas que aman un juego de tablero, igual que muchas otras aman otros juegos como el ajedrez o el fútbol. De este modo podemos tenderles la mano y hacerles cambiar el punto de vista que tienen de nosotros. Parece que no llaman friki a nadie por quedarse afónico celebrando un gol de su equipo, y es simplemente por el hecho de que es considerado prácticamente normal en ciertas culturas. Lo que hace la mayoría casi siempre se ha considerado como lo que es correcto. Tener aficiones es lo más normal del mundo, y yo pondría el límite en la obsesión, otro tema también debatido en este mismo blog y del que seguramente volveré a hablar. Simpliflicaciones psicológicas para una mayor comprensión del entorno, (bueno vs malo) (mayoría vs minoría), han sido motivo de análisis de anteriores filósofos en el que por ahora voy a mencionar pero no voy a entrar.

Y aquí ahora enlazo con los frikis de las 16 horas, nuevamente, (12, u 8 o la cantidad de horas que consideréis que no es bueno para la salud mental o que son excesivas). Este tipo de jugadores, no benefician al othello, y por consecuencia a la comunidad de othello en general. De nuevo citando lo que he comentado sobre el dinero: cualquier jugador me podría contestar que es libre de dedicar su tiempo libre como le plazca, está en su derecho. Pero hacer ciertas cosas conlleva consecuencias negativas para el devenir del othello. Evidentemente un jugador que juega 16 horas al día no trabaja, y creo que a largo plazo puede tener problemas de salud mental. Recuerdo ese jugador de las 16 horas japonés posar con gesto serio tras ganar un campeonato en Japón, ¡No parecía ni un poco contento! ¡Qué menos después de tanto trabajo! ¡Y qué dolor no poder ni así clasificarse para el WOC! El primer perjudicado es él mismo. Existe una cantidad de horas que no podemos dedicar a largo plazo, (más de 1 año) al othello sin empezar a tener problemas mentales, (ansiedad, estrés..). Lo comenté en otro artículo hace tiempo, uno de los argumentos eran que un jugador que dedica cantidades ingentes de tiempo a estudiar el juego, (que no jugar) se pone mucho más nervioso que la media. Se juega mucho, haciendo que su rendimiento baje. Además, las derrotas le afectan muchísmo más, algo que ya de por sí influye mucho en el juego.

Por ejemplo, algo que me ha parecido digno de alabar de Takanashi, (aquí haré una excepción mencionado a un jugador) es el hecho de que en base a cierto seguimiento que le he hecho online y a gente que he preguntado, no me ha parecido que sea un jugador que dedique más de 4 horas al día al othello. Siendo muchísimo, (yo no lo haría) es una cantidad de horas razonable y compatible con cualquier trabajo.  Llegas a casa de trabajar por ejemplo a las 7 de la tarde, y puedes ponerte 3 horas a jugar. Aunque a mi no me gusta tener solo un hobby, hay mucha gente que fuera del othello y de su trabajo no hace mucho más, así que es normal. Como siempre, un reparto equilibrado en horas en la vida, es crucial para casi todo. Tal vez me equivoque y dedique más horas, sinceramente de él no lo sé. No sé a qué se dedica, y aquí llegamos a otro punto importante: no me parece que debamos esconder nuestra profesión, siendo tal vez un dato relevante e incluir en las fichas del ranking WOF que se están modernizando. Confesar nuestra profesión, ayuda a generar empatía y feedback con nuevos jugadores, igual que hacer lo que comentaré al final.

Fotos: WOF

Otra de las consecuencias de estudiar el othello, es el hecho de estudiar aperturas. Yo soy de los que piensan que si solo existieran aperturas xot, existirían no menos de 1 jugador estudiándose las más de 8000 variantes que hay. Y es que conocer una apertura xot y si te tocara, sería una ventaja tremenda. Partiendo de esta base, no es de extrañar que ya muchos jugadores conozcan las poco más de 100 aperturas aceptables hasta muy avanzado el juego, desvirtuándolo y cambiándolo. Aunque como yo mismo he comentado, la experiencia y los años hacen que aprendas aperturas, pero no es para nada lógico que jugadores jóvenes se las sepan ya "todas". Su estudio sobre aperturas ha conllevado que ciertos jugadores que no han estado dispuestos a invertir 10 horas al día, abandonen el othello rendidos ante ciertos jugadores contra los que no pueden competir. Aquí estoy convencido de que todos los que hayáis jugado bastante a othello reconoceréis que es en ocasiones frustrante ver como tu rival domina todas las aperturas y como te rompe una y otra vez. Esto a gran nivel también sucede. El Zebra salió en el año 2006, (antes habían otros programas, aunque quizá no tan buenos). Calculo que hasta el año 2012, los jugadores únicamente lo utilizaban para analizar movimientos de juego medio y juego final, (al menos a gran escala). Pero desde el 2012 y en base a muchísimas partidas que he analizado, he observado una preferencia muy grande por analizar aperturas, hasta el punto de que en el 2017, ya hay muchísimos jugadores japoneses que no solo se han aprendido empates de memoria sino que dominan una amplia gama de aperturas hasta el movimiento 25, (no hace falta deciros que a esas alturas del juego no hace falta ya ni pensar, simplemente contar). Más preocupante tal vez: desde el 2017 percibo que estos jugadores japoneses que dedican ingentes cantidades de horas a analizar aperturas, están ya empezando a memorizar secuencias de -2, -3 y hasta -4, por si acaso intentas pillarles o sacarles de su macrolibro de aperturas. El resultado es que si antes podías arriesgar con un -2 y tener una partida igualada, ahora hacer eso contra ciertos jugadores supone prácticamente una inmolación. Se está empezando a desglosar entre jugadores normales y jugadores anormales. Jugadores que tienen trabajo y no están todo el día jugando y jugadores que se aprenden aperturas y no hacen otra cosa. En conclusión: jugadores sanos mentalmente y jugadores enfermos.

Siendo tal vez injusto, podríamos dejar fuera a los jugadores anormales, pero, ¿cómo sabemos si un jugador se estudia aperturas o no? eso es imposible de determinar, ya que muchos jugadores normales, también conocemos muchas aperturas hasta muy avanzado el juego. No obstante lo que se percibe es que las partidas xot quizá rompen un poco con esta dinámica, y su propuesta en torneos debería incrementarse a largo plazo. Es evidente también, el terrible perjuicio que sufrirían ciertos jugadores si esto sucede, y que no serían pocos los que estudiarían las aperturas xot. Sin embargo sí es cierto que por mucho que te sepas una apertura, si no la repasas, se te olvida. Sí que creo que es factible que a largo plazo no se te olviden unas 100 aperturas, pero con las xot esto ya sería algo más complicado. 

En definitiva, que los jugadores que se aprenden juegos de memoria hacen un flaco favor a la comunidad de othello, y más indignante aun: que no sean capaces de dedicar un poquito de su tiempo a compartir su talento, o a crear una mísera página web de su país. Con todo esto, no podemos impedir que ciertos jugadores se aprendan aperturas de memoria, pero debemos reconocer que eso existe, y que muy probablemente no podremos competir con ellos a no ser que hagamos lo mismo. Esto va a llevar a que muchos jugadores dejen de jugar desesperanzados, y debemos plantear medios para resolverlo. Con todo: el significado de friki sí que cobra demasiada fuerza en este tipo de jugadores. 


Por último, le hacemos un flaco favor a la comunidad de othello si escondemos nuestros datos online y nos llamamos por ejemplo: "Conejo verde". El hecho de que tengamos nuestros datos, (no digo ya una foto, sino al menos nuestro nombre de pila) ayuda a que jugadores que no conocen el juego vean que existe una comunidad grande de jugadores amigables y que no se esconden. Esto creo que es más importante de lo que muchos se piensan: Cualquier jugador puede generalmente online entablar conversación , (menos en othello quest, claro está) con otro jugador y preguntarle por torneos. Si los jugadores de gran nivel se esconden, resulta más complicado difundir el juego. Debemos ser conscientes de que ya no estamos en el año 1999, ni en el 2000, ni en el 2005, estamos en el año 2018, con Twitter, Youtube, y muchas redes sociales donde ya no tiene sentido usar un nick por internet, a no ser que pretendas esconderte de algo, insultar o faltar al respeto. Incluso aunque no lo hicieras, los que sí lo hacen, evidentemente utilizarán un nick, así que... qué menos que para diferenciarte de ellos, que utilizar tus datos personales, o si bien tienes un nick antiguo, al menos hacer un "disclosure" que se diría en inglés, o revelación. 

PD: El asperger es otro handicap a tener en cuenta, y ciertos jugadores lo tienen, aunque en muchos casos a un nivel reducido, ya que hay distintos grados del mismo. La carencia de empatía del asperger y el inmovilismo a la hora de cambiar o aceptar críticas, son características claves de este síndrome y a la vez handicaps terribles para difundir el juego, (quién no conoce por ejemplo al personaje de la serie Big Bang Theory, Sheldon Cooper). A veces es frustrante tratar con alguien con asperger, pero también los jugadores de fuera debemos tener paciencia con según qué jugadores, y ser capaces de detectar cuales tienen ciertos problemas sociales. 

viernes, 21 de diciembre de 2018

El Swing y los jugadores delgados

Foto: Othello News

Recuerdo con cariño aquel artículo de Ben donde afirmaba que los jugadores buenos eran especialmente delgados. Achacaba su bajo nivel de juego, (aunque, dado su nivel general hablar de bajo nivel para referirse a su juego parece cuanto menos una frivolidad) al hecho de que había ganado peso, y con ello perdido calidad. ¿Hay alguna relación fiable realmente? ¿se podría estudiar? Como suele suceder en este caso, no hay estudios al respecto, pero sí que podemos sacar ciertas conclusiones a modo de causalidad. Casi siempre, los estudiantes más brillantes o la gente muy inteligente, acostumbra también a ser gente muy delgada.

En un juego tan psicológico como el othello, no han sido pocos los jugadores que han intentado justificar su juego en base a patrones de comportamiento o aspectos psicológicos. Creo que todo es más sencillo de lo que parece, y no creo que ser más delgado te convierta en mejor jugador, aunque no es menos cierto que no conozco a ningún jugador de othello obeso, pero tampoco conozco a grandes estudiantes con sobrepeso. Lo cierto es que la ansiedad nos puede empujar a comer, y un nivel demasiado elevado de la misma nos va a perjudicar en otras áreas. Extrapolarlo al extremo en el othello me parece algo demasiado fuera de lugar como para tomarlo en consideración. Pero sí es cierto que si un juego penaliza la ansiedad, ese es el othello. Querer atesorar muchos discos pronto juega en nuestra contra, igual que juega en nuestra contra querer comer demasiado. Freud tenía parte de razón cuando se podía deducir de su teoría que las frustraciones internas se compensaban con las satisfacciones de las necesidades más básicas (sexo y alimentación) y a falta de lo primero, lo segundo en la sociedad actual es muy fácil sobrecompensarlo.

A nivel personal mi mayor nivel de juego lo he dado cuando estaba en torno a 59kgs de peso, mientras que cuando he alcanzado mi máximo de unos 64kgs lo hacía por alguna razón bastante peor. El Campeonato de España lo gano con un peso de unos 61kgs, algo más bajo también de mi máximo. Por esa razón no he podido evitar pasar por alto este asunto. Seeley también ha empeorado al ganar peso, y como él he conocido a otros grandes jugadores. He leído artículos que profundizan más en este tema argumentando que cuando estamos por encima de nuestro peso habitual solemos tener digestiones más pesadas a las usuales, ponderando más sangre al estómago y con menos disponibilidad de oxígeno al cerebro, y que eso a la vez repercute en una mayor ansia por beber, con la contrapartida de tener que miccionar más a menudo. Todo ello potencia que la toma de decisiones pueda ser incorrecta en un juego donde se asemeja al fútbol en el sentido de tomar decisiones en décimas de segundo que podrían ser correctas o incorrectas. No es casualidad que todos los deportistas de élite controlen lo que comen. A esos niveles además, la habilidad es también muy mental.

Por otro lado, un estudio realizado por Andrew Burgess, afirma que el sistema de hiraganas ayuda potencialmente a la cultura japonesa a desarollar y proveer poderosos jugadores de othello o de shogi. La razón es que ese sistema permite ahorrar al cerebro ciertas áreas funcionales, con lo cual dichas personas pueden ser mucho mejores jugadores al poder aprovechar mejor su cerebro en la abstracción del juego. Parecido criterio siguen estudios en relación con el asperger, que postulan que una carencia de habilidades sociales implica un potenciamiento en este tipo de juegos debido a una ausencia neuronal en otras áreas, árdua y sobradamente compensadas en la faceta estratégica de este tipo de juegos. 

Aunque dichos argumentos tienen cierto sentido, sigo siendo algo escéptico al respecto. Es cierto que años de análisis y estudio en el othello puede hacer menguar hasta cierto punto tus habilidades sociales, pero también lo pueden hacer un trabajo estresante, como por ejemplo ser broker de bolsa, o estudiar una dura y larga oposición. Lo cierto es que hay jugadores de othello tan amables como talentosos, y aunque es verdad que muchos de ellos son introvertidos, no veo una relación causal tan clara entre afirmaciones tan atrevidas e imprecisas. 

En conclusión: muchos jugadores tienden a justificar sus fracasos en momentos puntuales en su vida, como una mala experiencia laboral o sentimental, y aunque es cierto que ello puede influir, creo que no debe ser clave. Para mi lo fundamental es respetar a todos los rivales por igual, y tener un estilo de juego marcado y definido que no dependa de pequeños factores ajenos. A menudo las derrotas se justifican en la sencilla explicación de que no tenemos tiempo material para estudiar el juego, y no hay que buscarle tres pies al gato.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

El día que intenté hacer un Maratón

 Foto

Recordé viejos tiempos de cuando jugaba tal vez ocho horas seguidas a 1 minuto. Quizá los argumentos se pueden repetir respecto de aquellos días en los que escribí como fue mi evolución tras tener mareos y náuseas. Lo cierto es que tras 200 kilómetros de natación equilibrada al año, creía que sería capaz de aguantar 8 o más horas delante del ordenador jugando. Pero no fue así. Aunque no llegué a marearme gravemente, me sentí muy incómodo durante la tarde, con algunas molestias/dolores y con cierta rigidez en las piernas. Mi cuerpo me pedía moverse y no me encontraba bien, aunque no puede ni debe servir de excusa para justificar mis malos juegos.

Lo cierto es que si no tenemos ganas de jugar, lo hacemos peor. Eso les pasa a algunos jugadores que tras quemarse en las partidas rápidas, entran en un juego a 30 minutos sin tener ganas de jugar. Como es lógico y como sucede con cualquier deporte, el cerebro también se cansa y no le gusta pensar después de mucho rato haciéndolo, o al menos, tras hacerlo de la misma manera. Así que al no tener ganas, movemos rápido porque no nos apetece pensar. Es algo involuntario, igual que puede ser involuntario no masticar si no tenemos hambre. 

Jugando en juegos rápidos ya me pasaba precisamente eso, sin darme cuenta cada vez jugaba peor. Tratando de hacerlo bien, me di cuenta de que me costaba en juegos rápidos, lo cual conllevó que dejara de interesarme el othello durante un tiempo. Sin embargo me propuse estar un día jugando todo el día, "cuando estuviera bien" y creo que ahora estaba bastante bien físicamente, pero surgieron otros problemas. Primero debía decidir el tiempo de cada juego, que sería de 10 minutos, incentivando que entraran más jugadores a jugar y no tuviera que esperarme largo rato como hago en las partidas a 20 o 30 minutos. 

Problemas hay varios. El primero es que aun así debía esperar bastante para jugar, quizá una hora. Por la mañana desde las 10 de la mañana hasta las 3 del medio día, jugué tan solo 8 juegos. Me cansaba de estar esperando y esperando, aunque mientras, hacía otras cosas... como por ejemplo ir moviendo en Eothello. Antiguamente cuando entraba un anónimo en mi partida, le daba una jugosa patada en el trasero y no me preocupaba más. Ahora les requiero que entren con su nick, (algunos son jugadores de +2000 puntos de Elo pero que entran con nick anónimo porque los puntos es lo más importante en su vida y no quieren perderlos, otros directamente son tramposos). Algunos son nobles jugadores y entran con su nick, así que antes era más sencillo: patadón y no me preocupaba, ahora es más cansado estar escribiendo educadamente a todos los jugadores que entren para que no se escondan tras un nick que desaparecerá en cuanto cambien de ip o borren el historial del navegador. Esto cansa. 

Tras estas situaciones, empiezo las partidas algo cansado. Aun así, tras estar 20 minutos esperando, enfoco cada juego como si fuera el primero y consigo hacerlo bastante bien. Psicológicamente, creo que es posible hacerlo bien jugando todo el día, y el reto es más bien una cuestión de resistencia, más que de técnica. Hay que ser muy fuerte psicológicamente para no cansarse de estar jugando 10 horas al othello al mismo nivel. La idea detrás, era simular en parte un torneo presencial.

A nivel de análisis, empieza a no tener sentido obtener un bloque de 50 o 100 juegos para comparar con el año que viene, dado que estoy jugando durante todo el año y los mismos datos que obtengo del año pasado, me pueden servir en el siguiente. Y es que la idea fue esa, jugar 50 juegos de 10 minutos, a una media de 10 minutos por juego, ya me salían más de 8 horas jugando. Pero no contaba con el tiempo de espera, ni con el autoengaño de que ciertos jugadores ni siquiera se saben aperturas. Uno de mis datos es valorar hasta qué movimiento medio me se de memoria, pero ese dato está sesgado a la baja en Playok, dado que algunos jugadores no se saben aperturas y hacen cosas raras (y malas) al inicio, como por ejemplo hacer el paralelo o desventajas de hasta -12 puntos. Realmente y en esto coincidí con Mario: ¿para qué analizar según qué partidas? Lo relevante, lo interesante, es analizar partidas contra jugadores más buenos que tú, o al menos, de tu mismo nivel. Eso Playok ya no lo ofrece, dado que los jugadores de nivel muy elevado únicamente juegan partidas rápidas y lamentablemente se ha convertido, (no quiero que suene peyorativo) en una especie de manicomio online donde conviven ciertos jugadores con algunos problemas mentales y otros que se meten a pavonear de su Elo pero que no jugarían con nadie de un nivel inferior en Elo porque todos sabemos que matarían a su madre por 100 puntos y no se la quieren jugar. En otros casos han sido víctimas por parte de tramposos que hasta les han vacilado y ya no se fían ni de su sombra.

¿Qué nos queda? Nos queda EOthello, y aun así... todo el análisis que hagamos no servirá de nada cuando juguemos con jugadores mejores que contra los que hemos jugado cuando analizamos nuestros juegos. Llega un punto en el que más vale tal vez no analizar ciertas partidas. De modo que el tema del maratón, queda en saco roto cuando, tras jugar muchos juegos seguidos, un rival no nos exige que nos esforcemos para ganarle. La pereza surge, y los malos movimientos también, y con ellos los errores. Cada vez se juega más rápido, hasta que un rival teóricamente inferior nos gana. Sin darnos cuenta, empezamos bien la sesión pero la terminamos jugando mal. No sabemos en qué momento hemos empezado a jugar rápido y no pensar bien los movimientos. El Maratón se convierte así en una prueba de resistencia, con la pesadilla de encima tener que esperar. Más útil lo veo en Othello Quest donde no hay que esperar, pero, ¿de verdad vale la pena analizar juegos de 5 minutos? El problema sería el mismo, aunque la plataforma queda configurada como un sitio donde al menos, jugar con rivales de nuestro nivel. Othello Quest sin embargo patina en que no podemos tampoco jugar contra ciertos Grandes Maestros. Por ejemplo yo tengo 5 Dan en Othello Quest, y a menudo juego contra jugadores de 6 Dans, pero difícilmente me toca contra jugadores de 7 Dans. Para mi, (y para muchos) lo suculento sería jugar siempre contra jugadores de 7 Dans. El problema es que esos jugadores son muy pocos, (dado que son los mejores del mundo), y si alguna plataforma permitiera jugar habitualmente con ellos, estarían demasiado solicitados. En Eothello podemos jugar con jugadores de ese nivel, pero sucede lo mismo: o son pocos, o son partidas extrañas dado que no hay tiempo. Aun así, y aunque es evidente que si queremos mejorar podemos hacerlo jugando contra el programa, resulta mucho más divertido hacerlo contra personas reales. De modo que al emparejarme contra jugadores de mi nivel (5 Dans) lo lógico es que gane y pierda al 50%, mientras que para mi lo deseable sería jugar contra jugadores de 6 o 7 Dans, aunque ganara una de cada 5 veces. Existen algunos truquillos en Othello Quest para manipular legalmente el automatching, pero de ello ya hablaré más adelante.

El reto va a ser poder comprender qué datos son interesantes de analizar, y qué aspectos potenciar en dichos análisis, así como tratar de ver posibles errores a corregir,  y en general cosas que nos ayuden. Variar el análisis puede ayudar, pero este es quizá motivo de debate en otro tema. Durante tiempo, me apuntaba los tipos de errores, y al principio ayudó, pero al quedarme estancado tras no saber ver cómo evolucionar, dejé de hacerlo y mejoré. Tal vez ahora va a tocar de nuevo anotar los tipos de errores o con mayor conciencia reconocer ciertos juegos. Jugar en Playok está bien, pero plantear jornadas tan largas jugando online, empieza a ser algo inviable, y una cuestión simplemente de que no me apetece hacerlo ni disfruto. Encontrar el equilibrio perfecto de partidas al día es algo que debemos hacer, y en mi caso a la fecha de redacción de este artículo, (Agosto 2018) para mi lo óptimo serían 10 partidas al mes en Playok, 2 al día en Othello Quest como mucho, y unas 20 o 30 simultáneas en EOthello. Por desgracia debemos plantearnos este tipo de cosas, dado que no hay torneos actualmente en muchos países. Se debería poner énfasis y hacer todo lo posible para que al menos se jueguen 2 torneos al año, menos que eso, es confirmar que el othello está muerto en dicho país. ¿Realmente queremos eso?

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El jugador más desagradable

A lo largo de muchos años jugando online me he encontrado con muchos tipos de sujetos y alimañas de distinto calibre, pero ninguno destilaba tanta maldad y odio como el personaje que a continuación paso a relatar. Durante tiempo he ido posponiendo este artículo ya que no lo consideraba relevante y me parecía que no aportaba demasiado valor añadido al blog. En ediciones anteriores del blog, tenía una pestaña a parte destacando los jugadores que yo consideraba que me  habían hecho trampas jugando contra mi, desde el 90% de seguridad hasta el 100%. En algunos casos, los propios jugadores reconocían hacer trampas.

Con la idea de darles menos protagonismo a los tramposos, eliminé esa sección del blog, y la dejé para posteriores artículos a modo de opinión acerca de como detectar a un tramposo. No es quizá demasiado ilógico el asociar la falta de respeto con el uso de programas de apoyo o trampas jugando al othello online. El motivo de las trampas así como nuestro cercioramiento acerca de las mismas, serán motivo de artículos que publicaré antes o después de esta misma entrada. En general no me gusta descartar artículos ya redactados (es como escribir para nada), incluso aunque hayan pasado años desde que los escribí y mi opinión haya variado sustancialmente de la reflejada en el artículo.

Por lo que respecta a los insultones y faltadores de respeto varios, últimamente me he dedicado a publicar vídeos en youtube con capturas de pantalla de sus insultos. Han sido varios casos los que me han pedido por favor que retirara los vídeos al sentirse avergonzados de salir públicamente en youtube con diversos insultos asociados a sus nicks, de ese modo es como he eliminado un vídeo y únicamente creo recordar que queda un vídeo en mi canal donde muestro capturas de pantalla de varios presuntos niños rata que insultan y faltan al respeto. El más clásico es Vancomicin, al que no dudé en apodar "La Concha" en alusión a las veces que era capaz de repetir palabras como "Concha", "Madre", y similares en una misma frase. 

Vayamos al caso que nos ocupa. En la mayoría de situaciones los insultos no pasan de lo mencionado en el párrafo anterior. Sin embargo el mal perder de algunos jugadores se traduce en un comportamiento hostil sin precedentes. No he detectado tal nivel de enfurismamiento en otros juegos, y sospecho que es debido en cierto modo al poco nivel de intuición acerca de la hipotética derrota en la que algunos jugadores incurren al enjuiciar el curso de la partida cuando está en el tramo final. Como he mencionado en otras ocasiones: una errónea comprensión de lo que supone el juego es lo que propicia que estos jugadores actuén como actuan. Como a menudo sucede en obras Shakesperianas y en honor a una misma que nombra este maravilloso juego; el othello puede ser todo amor o todo odio dependiendo del sujeto que lo practique. Es un arte donde las malas personas sacan a relucir su parte demoníaca, mientras que las buenas personas sacan a relucir su lado honorable y les convierte en todavía mejores personas disfrutando deportivamente de esta disciplina. En casos extremos, he llegado a comprobar la ira en ciertos jugadores que perdían juegos en un torneo presencial. No es de extrañar por tanto, que dichos jugadores renuncien en muchos casos a jugar torneos. El othello es un juego donde puedes perder por un detalle, y además puedes perder dando la sensación de ser apalizado. Las inseguridades por tanto cobran relevancia en este juego, donde puedes no saber si vas bien o vas mal.  En una partida puedes traicionarte a ti mismo en tu idea de juego, provocando una derrota inesperada y la consiguiente frustración si no sabes canalizar correctamente las emociones. Esa psicología de la traición, la envidia, el odio y los celos, remite a la obra Shakesperiana que lleva el nombre que hace de inspiración a este gran juego.

Sobre el sujeto Mlinde, el primer encontronazo que tuve con el fue en el 2013. Lo recuerdo bien porque entonces empezaba a jugar a 20 minutos. Hacía poco que había jugado mi primer torneo y me pareció interesante la idea de algunos jugadores que, incentivados por el Brightwell (coeficiente de desempate) intentaban atesorar más discos en una clara victoria. Me parecía que le daba al juego un atractivo superior, (obviamente tal vez más para el ganador) ya que no se trataba de ganar, sino de ganar jugando bien, por mayor diferencia. Así que cuando tenía un juego claramente ganado, me tomaba unos minutos para pensar si podía ganar por más diferencia. Y así fue como tenía la partida ganada al señor MLinde, (encima el tiparraco este pone su nombre y apellidos en el perfil público de Playok). Puede ser que tuviera la partida ganada para resultados cercanos al 58-6. Sin embargo, habían combinaciones que me podían hacer ganar por ejemplo por 42-22, cosa que estaba tratando de evitar. Él no tardó en impacientarse y en requerirme que moviera rápido, cuestionándome por qué no movía rápido si ya tenía la partida ganada. Le contesté la verdad: "I try to win by wider margin" o algo así. Él contestó:  "I am sad you didn't dead in Madrid bombs" diría que prácticamente literal a como lo estoy escribiendo ahora. A continuación, siguió insultándome recordando que los españoles éramos pobres o algo así, en referencia a un estilo de falta de respeto similar a la comentada en este otro artículo. Yo no le contesté, y él no acabó la partida. Se rindió y se largó.

Lo más curioso es que ese tipejo no dudó en volver a mis partidas, y así lo ha estado haciendo durante 5 o 6 años. Volvía, y salía despedido de mi mesa con una jugosa patada (kick) que Playok ofrece cuando no quieres jugar con un rival, por ejemplo como él. Podía bloquearle pero nunca lo hice, supongo que me divertía más echarle.  Ya en el 2018 le dí una segunda oportunidad. ¿Y si había cambiado? ¿y si se arrepentía de su conducta? ¿Estaba siendo injusto con él? ¿no tenía derecho a la prescripción? ¿se debe penalizar a alguien que ha dicho semejante barbaridad para toda la vida? pensaba que estaba siendo injusto con él, y que tras casi 6 años, merecía esa segunda oportunidad.

En esa segunda partida, su nick empezó a parpadear y entonces sí me ganó con mucha solvencia. En Playok el nick parpadea cambiando de color si el jugador está haciendo otras cosas en el ordenador, (por ejemplo usar un programa de apoyo=hacer trampas). El análisis reveló casi ningún fallo en su contra. Al final del juego le pregunté si usaba programa y me contestó que me esperaba en el Open de Dinamarca para "darme una paliza". No es el primer sujeto que me encuentro de este tipo. Hace años también un español, (y encima de Barcelona) me dijo (entre otras cosas) que me iba a matar, y le requerí que nos podíamos ver en un Campeonato de España, donde podría intentar cumplir sus graves amenazas.  Le comuniqué la fecha y lugar del próximo Campeonato, donde me podría dar la manta de hostias que aseguraba que me merecía. Ese jugador no ha aparecido hasta la fecha en ya varios Campeonatos de España disputados. Nos podemos hacer una idea de varias cosas con todo esto, una de ellas es que estos esperpentos destruyen el othello de tal manera que hacen que mucha gente no desee jugar en vivo: generalmente no solo son desagradables conmigo, y dado que yo siempre soy educado cuando juego online, evidencian también el mal perder que es capaz de generar un juego como el Reversi, donde cambios de juego súbitos decantan la partida hacia un lado u otro. Hoy estoy hablando de insultos recibidos a título personal, pero otro día podría escribir de insultos presenciados en contra de otros jugadores respetuosos.

Algunos jugadores se creen que el hecho de salir en el ranking WOF les exime de hacer trampas, y aunque no es lo usual, realmente nada les impide "zebrear" como a mi me gusta decir. Las evidencias a favor de que el Danés usó programa son bastante comprensibles, teniendo en cuenta lo que vengo comentando. Al margen de que tal vez por respeto, un jugador no debería ausentarse tantas veces de la partida, (concretamente entre 25 y 30 veces...) resulta cuanto menos sospechoso, especialmente si está en la ventana y justo cuando tú mueves, se ausenta acto seguido. ¿Qué sentido tiene ausentarte cuando te toca mover y ya has visto dónde ha movido tu rival? probablemente para ir a consultar el programa de apoyo (Zebra o Ntest, o el que sea).

Me decepciona que exista gente así, aunque no todos los jugadores de othello van a ser también buenas personas, por desgracia como sucede en muchos ámbitos en la vida. En cuanto a su estatus en el ranking WOF, por alguna razón no participa en los EGPs que se juegan en Dinamarca, pero sí en algunos torneos nacionales de dicho país.

Personajes como él hacen que el othello en su país se vea gravemente perjudicado o dañado, haciendo que ciertos jugadores sencillamente no deseen jugar. En Dinamarca se juega poco. Sospecho que ha sucedido en Alemania, y en menor medida en España. Debemos educar a la sociedad y  proponer a los niños maneras futuras de pasarlo mejor, lejos del alcohol y las drogas. Es como si la cultura enferma que empuja a insultar a los aficionados de un equipo rival (o árbitro) sea tan tóxica que se transmita también para algunos hooligans a los juegos de tablero. Pero la no profesionalización del othello conlleva precisamente esto: que curiosos personajillos que faltan al respeto campen a sus anchas haciendo de las suyas. En cualquier caso me enorgullezco de al menos no ser como ellos y de no faltarles al respeto. Jugadores de othello con problemas mentales también he conocido, aunque en este caso por razones evidentes no voy a hacer ninguna alusión directa a ningún nick, sin perjuicio de que el tipo este pueda tener algún tipo de trastorno. Sí puedo afirmar que he conocido a varios jugadores de othello que a pesar de ser arrogantes, pedantes o insolentes, no me han parecido malas personas. Aunque es cierto que ese tipo de maldad implícita como para hacer el tipo de afirmación que hizo el Mlinde este, revela no solo una psicopatía evidente, sino un nivel de salud mental no muy adecuado.