Páginas

viernes, 13 de julio de 2018

Jugando en Verano - Parte II


Así que jugamos varias rondas a 10 minutos. Decidí anotarme los resultados de cara a futuras comparaciones. En principo no me interesaba mucho analizar las partidas, ya que tengo por costumbre no analizar juegos rápidos, ya que no los considero de demasiado interés. El problema de los juegos rápidos es que se acentúa la decisión sobre si ir rápido al principio para tener tiempo al final. Yo soy de los que piensan que de nada te sirve ir rápido al inicio si luego tienes 10 minutos para pensar al final pero ya ninguna opción de ganar, así que me suele pasar lo mismo que a muchos jugadores de partidas rápidas, que termino jugando sin pensar el juego final, constituyendo quizá un punto débil a largo plazo. Por eso veo muy útil Eothello, donde dicha plataforma te permite practicar a partes iguales todas las facetas del juego. 

También debo reconocer algunos puntos en común que compartí con Mario acerca de los juegos. Sorprendentemente, hay jugadores que no están de acuerdo con mi siguiente afirmación: el cómo gestionar el tiempo es muy importante en el othello, sino clave. Como he comentado, si juegas muy rápido, puede ser demasiado tarde al final. En este sentido iban algunos comentarios de Seeley en Liveothello, donde de sus apuntes podemos deducir que de nada sirve emplear el tiempo cuando ya tenemos pocas opciones de ganar. Al fin y al cabo: si tu rival te hace pensar y se te acaba el tiempo, su victoria no deja por ello de ser menos merecida. 

Se aprende mucho leyendo a Seeley en Liveothello... 


De estos comentarios podemos deducir que es importante gestionar correctamente el tiempo..

 

Otro punto en común que compartimos fue el hecho de que dependiendo del timing que juegues, tu juego variará sustancialmente. Llevo años siguiendo a Seeley y he analizado unas cuantas partidas suyas, y estoy convencido de que el hecho de que no haya ganado más campeonatos mundiales se debe en gran parte a dos motivos: 1- Su ausencia de análisis enfermizo de aperturas u otro tipo de estudio digamos de más de 8 horas diarias, 2- Su ingente cantidad de partidas a 1 minuto ha afectado de una forma tan sustancial a su juego que se produce lo que yo llamo un techo en su nivel. Cuando un jugador ha jugado tantas partidas rápidas, tiene los siguientes efectos positivos: 1- Enorme conocimiento de aperturas debido a la gran cantidad de partidas, 2- Enorme nivel en el juego medio y en general en el othello. Por contra, al tener tan poco tiempo para pensar en el juego final, los jugadores de partidas rápidas terminan por ser más débiles en dicho tramo del juego. Con esto no quiero decir que Seeley sea débil en el juego final ni mucho menos, pero si lo comparamos con Takanashi y otros jugadores japoneses que no hayan rebasado digamos las cincuenta mil partidas rápidas, se perciben ciertas diferencias en tramos concretos del juego. Llega un punto en el que cantidad de partidas no implica una mayor calidad de nivel, y llega otro punto en el que cantidad de partidas, te empieza a perjudicar tanto que te hace imposible poder progresar. Es como si hubieras aprendido a caminar mal, que te enseñen a hacerlo de otra manera: si es pronto, aun puedes corregir, pero si llevas tanto tiempo caminando (jugando) mal (rápido) llega un punto en el que te va a ser prácticamente imposible hacerlo bien. Lo mismo sucede en el othello: jugadores de partidas rápidas a menudo sienten que no pueden progresar más, cuando no creo que eso deba ser lo normal. En otros muchos casos, ni siquiera desean participar en torneos porque se aburren en juegos largos.

Evidentemente, tanto Seeley como otros muchos jugadores de rápidas, han jugado también muchísimas partidas lentas en tablero u otras plataformas, por lo que también se equilibran un poco. No obstante y como vengo comentando: el jugar tantísimas partidas rápidas hace que nuestra forma de pensar sea diferente, provocando defectos a veces simplemente porque en una partida más larga nos aburrimos y pensamos diferente. Aunque podemos compensar jugando partidas más largas, creo que si aprendimos a jugar en rápidas y jugamos tal cantidad de partidas, tenemos los defectos o formas de pensar tan interiorizadas, que creo que puede llegar a resultar imposible modificarlas. Llegamos así a ese techo en nuestro nivel que no podemos superar, o bien cometiendo siempre los mismos fallos debidos a defectos que nos pueden salir por todas partes. Sería interesante ver el nivel de un jugador de partidas rápidas jugando a 1 minuto en un torneo mientras su rival tiene por ejemplo 30 minutos, pero seguramente su nivel bajaría porque o bien se aburriría o bien el tablero tan diferente de lo que él ha visto miles de veces, le distrae. Y esa es otra cosa que me hace gracia de quedar para jugar: el poder disfrutar in situ de un tablero en condiciones, mucho más atractivo visualmente que el que podemos ver en la pantalla del ordenador. 

Así que finalmente nuestro juego debe traducirse en encontrar un equilibrio entre partidas rápidas y cortas, y entrenar distintos puntos del juego a trozos, tal vez como haría un profesional de cualquier deporte. En las partidas que jugamos, hicimos algunos juegos también a 15 minutos y hasta jugamos algunas partidas blitz, de 5 minutos. Importante aquí la estrategia push, si vas rápido, el rival tiene menos tiempo, si en cambio nuestro rival juega despacio, nuestro tiempo real puede llegar a 10 minutos. En todo caso, fue divertido probar variantes. 

Tras comer en un buen restaurante, echamos algunas partidas más en parejas. Lo importante fue divertirse y comentar jugadas, así como compartir experiencia acerca del othello. No faltaron tampoco los missflips, imposibles al jugar online, pero usuales en tablero físico, donde se multiplica por diez en tamaño y no aprecias bien ciertos movimientos. Jugando al othello no se comprende por qué juegos tan aburridos como el Dominó o el Ajedrez triunfan tanto y el othello es tan poco conocido. 


Sobre el análisis de mis juegos sí voy a revelar algunos datos. De las partidas que me pasó Mario para analizar, que fueron 6, en 2 de ellas hice perfectos los primeros 21 movimientos. Esto no significa que jugara en +0 sino que hice mi apertura tal cual, en algunos casos con variantes de -4 porque me gusta jugar con fuego. Aunque Mario quizá no estuvo muy de acuerdo con esto, (creo que tal vez no me expliqué bien), creo que hay ciertos jugadores a los que no les puedes proponer ni siquiera un -2. Proponer esas variantes contra jugadores de un nivel muy alto puede incluso tener sentido, pero creo que debemos de nuevo desagregar entre 3 grupos de jugadores. Digamos los top 20 de Europa, (seguro que muchos sabréis encajar qué jugadores estarían en este top), luego están bastante más por encima el top 20 o 30 de jugadores japoneses y por último, aun más por encima, Takanashi. Yo me refería a que si pruebas un -4 o -2 en la apertura contra jugadores top de Europa, puedes ganar, pero contra un Japonés de ese nivel (o Takanashi), te arriesgas a comerte un jugoso 61-3 (por decir algo). Lo he visto en muchos jugadores. He tenido el placer de jugar con Berg y se sabe muchísimas aperturas de +0, porque él mismo me lo ha dicho, entonces, ¿qué sentido tiene que contra Piyanat jugue una variante de -2? pues para intentar lo que comentaba Mario y lo que yo mismo he comentado muchas veces: variar porque ya sabes que el +0 se lo sabe y quieres sacarle de su libro de aperturas. El resultado es que perdió no se si 52-12 o algo más. Dicho ejemplo es extrapolable a más jugadores que han intentado primero un -2 en la apertura contra otro muy buen jugador y han terminado pagando los platos. Evidentemente el othello es precioso por esto: puedes arriesgar y te puede salir mal, pero cuando veo por ejemplo 2 jugadores del top 10 de Japón jugar entre ellos, se hacen un +0 hasta el 20 y se quedan tan tranquilos. Hace poco comenté que gracias al NTest ya son muchos los que proponen un -1, es el caso de partidas que he visto de Song y otros jugadores de nivel parecido, muy bien estudiadas y diría que el futuro va más por ahí. -2, empieza a ser demasiada desventaja contra algunos jugadores. Esto puede frustrar, es comprensible. Pero es lo que hay. Os invito encarecidamente a que lo probéis en un torneo y veréis como el resultado no será bueno. ¿La solución? ya hay varios jugadores que se saben unas cuantas aperturas de 32-32 y muchos otros ya tiran secuencias de -2, pero el abanico se abre y hay en esos casos ya cientos de secuencias casi imposibles de estudiar. Como siempre: si haces un -2 o -4, más vale hacerlo al inicio, y no tanto al final, (digamos a partir del movimiento 10) que es lo que me gusta hacer a mi porque los hipotéticos fallos de mi rival digamos que me parecen más claros si lo hago. Estudiar movimientos lógicos pero incorrectos por parte del rival, es un punto a favor a tener en cuenta en el desarrollo de nuestra apertura. 

Así que aunque me sé pocas aperturas hasta el 20, no significa que en estos 2 juegos me las sepa hasta el movimiento 21. Me las debía saber hasta el 15-17, haciendo por suerte unos 3 o 4 movimientos más de forma correcta. Realmente, en estos casos nada impediría aseverar que me las se hasta el 21, pues si las he hecho bien en estas 2 ocasiones, podré hacerlo en más. Mi ventaja en esos 2 juegos es de 4 y 18 puntos, por cierto. 

Más datos: En el movimiento 20 iba ganando solo 3 partidas, perdiendo 2 (de 4 y de 6) y empatando otra. En el movimiento 25: ganaba 2 y perdía 4. De las 6 partidas, gano 4. Los errores Medios son de 5,66, una barbaridad para mi, y constituyendo la media más baja obtenida en juegos OTB. No obstante y como solo fueron 6 juegos, tampoco es muy representativa, aunque no juego muchos más en campeonatos y también hago la misma estadística. En cuanto a los puntos, el reto es bajar de 40, y lo conseguí. La peor fue una en la que perdí 48 puntos. Lo ideal para poder tener chances de ganar a un jugador top de nivel Europeo es no sobrepasar jamás los 5 fallos y los 30 puntos. Se comprende mejor lo que he comentado antes de no probar -2 contra jugadores buenos japoneses cuando analizamos sus partidas y vemos que no solo han cometido 2 o 3 ridículos fallos, sino que como mucho han perdido entre 8 y 12 puntos. Si tu vas a perder en el mejor de los casos 20 puntos, resulta absurdo que encima te restes 2 tu mismo en la apertura. Por supuesto, y en esto también coincidí con Mario, de poco sirve el análisis que hagas de tu juego contra rivales inferiores o de tu mismo nivel. Incluso aunque juegues contra rivales superiores, de poco servirá contra rivales todavía más superiores. (De ahí la teoría antigua de jugar únicamente contra programas, ya que es el rival más superior que te puedes encontrar). Y es que tu -6 que a veces por ejemplo yo propongo en algunas aperturas, puede ser útil contra el 99% de los rivales,  pero por desgracia vas a un WOC o un EGP y juega el 0,1% de los mejores jugadores del mundo y ahí resulta que no te sale nada.

En definitiva, el othello es un juego en el que puedes perder contra cualquiera, y eso lo hace grande, de igual modo que puedes ganar a cualquiera... y quizá el reto no es tanto ganar, sino forzar tesujis complejos al rival. Situaciones de juego final tipo problema de othello Japan donde tu rival esté ganando pero sea endiabladamente difícil hallar la secuencia ganadora para él. Se trata tal vez de ir  perdiendo en el movimiento 25 por unos 2 o 4 puntitos, pero que las decisiones de nuestro rival no sean obvias. Otro día comentaré a raíz de esto un juego personal que siempre recordaré contra Hideki en un EGP, donde yo jugando con decisiones naifs y de forma relativamente absurda, conseguí ganarle siendo él mucho mejor que yo simplemente no mojándome y dejando que él llevara la responsabilidad del juego. Aunque, como en todo, según practicas y avanzas en el juego, supongo que tu estilo de juego también cambia. Hoy en día he cambiado mucho en ese aspecto y no me gusta que ningún juego se me descontrole, constituyendo creo que un importante defecto a menudo en muchos juegos actuales, ya que buscando ese control, hallo derrotas controladas demasiadas veces.

Aun así el mejor dato fue una partida en la que perdí únicamente 14 puntos en 3 errores, un nivel digamos "Takanashi", aunque ese dato no es del todo cierto. En dicha partida creo que hice 3 variantes de entre -3 y -4 al inicio, además de que no he dejado al Ntest esperar suficiente rato en algunos movimientos. Cuando el Ntest me valora por ejemplo un movimiento en 2,63 y yo muevo en 3,84, lo doy por bueno porque considero que si espero más, me redondeará igualmente a +2 o +4. Eso suele ser correcto en el 90% de los casos, (el mismo Ntest igual que el Zebra te marca los porcentajes), pero para saberlo debo esperar demasiado rato, (tal vez 5 minutos) y generalmente no me espero porque analizar una partida podría llevarme en ocasiones hasta media hora, cosa tal vez muy improductiva, aunque no por ello menos útil. Es evidente que si pretendo llegar a ser el mejor del mundo, debería esperarme y lamentarme cuando mueva en +2,64 en vez de en +1,74, pero de momento ese no es mi objetivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario