Páginas

viernes, 7 de junio de 2019

Othello y Shakespeare

Las buenas personas: ¿juegan mejor?



En el othello a menudo se ha hablado de que hay jugadores que tienen un talento natural para desarrollar un potencial de juego muy superior a la media. En este tipo de artículos, voy a intentar no hacer spoilers sobre la obra de Shakespeare, o más bien dicho: voy a intentar no hacer spoilers clave. Pues por muchos es sabido que dicha obra pone de manifiesto sensaciones y sentimientos a menudo negativos, (como sucede por otro lado en obras dramáticas de este autor), relacionados con el amor y con el odio. No podemos por tanto ignorar como jugadores de othello, el amor que nos suscita semejante juego, de la mano de la pasión que nos atrae cada día a jugar una nueva partida. 

En este sentido Goro Hasegawa vio algo muy claro como para ponerle a este juego othello, y es tal vez algo ignorante nunca mejor dicho, ignorarlo. Sin embargo sí podemos destacar algo que no tiene un calificativo expreso: las cosas no son lo que parecen. En Othello la envidia, los celos, subyacen a la historia principal. Del mismo modo en el reversi u othello nada es lo que parece al principio y me parece brillante y a la vez espectacular que se haya originado ese paralelismo primitivo entre una obra tan bonita y un juego tan apasionante. No solo me parece un nombre acertado, sino que magnifica aun más tan semejante juego. 

A partir de aquí: las claves para ser un gran jugador de othello pasan por no fiarse de lo que parece, sino más bien tener la seguridad y la certeza en uno mismo, de que está haciendo las cosas bien. La confianza en uno mismo es a menudo clave en este juego, y la diferencia entre jugadores muy buenos y jugadores excepcionales radica en esos segundos de autoconfianza respetuosa que logra posicionarles como élites del othello en su respectivo país. Y es que si algo me encanta de la obra de Shakespeare, es que sin dar descripciones explícitas, consigue hacer quedar a todos los hombres de dicha obra como unos auténticos imbéciles. Pero mirando más allá y tomando los valores y aptitudes negativas de cada hombre de la obra, y en especial de Otelo, hallaremos los errores más comunes en el propio juego. Solo superando esos vicios y machacándolos con sus virtudes contrarias, encontraremos el camino correcto para llegar a ser unos grandes jugadores. A menudo, jugadores que no han progresado más o no han desarrollado ese talento, es porque no han conseguido corregir esos defectos psicológicos, y no tan técnicos. Con esto no quiero decir,-ojo-, que el que sea malo o no sea muy bueno al othello es mala persona, simplemente establezco un paralelismo más entre la obra Shakesperiana y este tremendo juego. 

De aquí resulta también fácil conectar con los japoneses: personas en general más respetuosas que en otras culturas, con una confianza y un tesón admirables. No puede ser casualidad pues, que los niños jueguen tan bien a othello. Que el campeón del mundo tenga 10 años no es pues, una casualidad. Quien sinó, sería capaz de tener un corazón más puro y carente de complejos, de miedo, de desconfianza, que un niño. Por eso juegan tan bien, y por eso es que tal vez los grandes jugadores a menudo son también personas excepcionales. 

viernes, 31 de mayo de 2019

Lo importante es participar



"No voy a ganar, luego no vale la pena participar". Ya estamos, ya volvemos a empezar. "Soy muy malo". Eres malo pero me has ganado, ¿entonces yo qué soy? Muchos argumentos de ciertos jugadores son negarse a participar en torneos porque no pueden ganarlos. Se olvidan de que solo puede ganar uno, y de que lo importante aunque sea un tópico, es participar. Pasarlo bien jugando al othello, no me cansaré de repetirlo. Debemos ver en el othello un juego que nos divierte y con el que somos capaces de pasar horas jugando, y debemos de sobreponer nuestro amor por el juego, al simple hecho de ganar o perder.  No será el último artículo que hable sobre esta temática, y es que me parece relevante repetirlo y comentarlo las veces que sean necesarias. 

Quizá los que hemos practicado deporte (de competición o no) somos más proclives a participar en torneos de othello. Personalmente he jugado a fútbol 7 durante unos años. Antes de ficharme a mi (no es por ir de bueno jeje) mis compañeros me comentaron que perdían todos los partidos por 12 a 0  como poco. Se tiraron varias temporadas sin meter un gol, siendo derrotados por más de 12 goles de diferencia. Un buen día se plantearon meter defensa de 2, aquello no podía seguir. Desde entonces, 2 jugadores se quedarían de pivote delante del portero durante todo el partido, les gustara o no. Pasaron a perder los partidos por 7 u 8 goles de diferencia en vez de por más de 10 y eso les dio cierta satisfacción. Evidentemente a nadie le gustaba estar en defensa sin poder tener ocasiones de gol, pero iban rotando los defensas, hasta que ya antes de ficharme a mi empezaron con la defensa de 3. 3-2-1, era el esquema que empezaron a utilizar y así empezaron a encajar menos de 5 goles por partido y hasta a ganar alguno. ¿Por qué explico esto? Porque en ningún momento se plantearon abandonar. Podríamos pensar lógicamente que si juegan cada fin de semana un partido de fútbol y lo pierden por 14 a 0, en unas semanas podrían abandonar, (además no olvidemos de que pagaban más de 150 euros por temporada). He querido explicar la evolución de cómo pasaron a empezar a ganar partidos para no dejar la anéctoda muerta ahí, pero lo que quiero decir es lo siguiente: ellos jugaban a fútbol aunque perdieran porque la emoción y lo bien que se lo pasaban a pesar de perder, superaba en si mismo la derrota misma. De igual modo, si nuestro amor por el othello es lo suficientemente grande, nosotros tampoco deberíamos tener reparos de participar en un torneo, a pesar de perder. Conozco a mucha gente con esa forma de pensar, (yo el primero). Tampoco voy a ser hipócrita, a todos nos gusta ganar, pero algunos jugadores se dejan llevar más por la derrota que por la victoria, y eso es lo negativo. 

Otra cuestión sería si me negáis vuestro amor por el othello. Dicha forma de pensar puede ser ilógico para alguien que se pasa horas jugando, digamos alguien que lleva más de 1000 juegos de othello a sus espaldas. ¿Cómo no te iba a gustar algo a lo que le has dedicado más de mil juegos? Bien, yo soy el primero por aquí que he reconocido que tenía una relación de amor-odio con el othello (pero al menos había amor). He comparado el othello a 1 minuto con la heroína. El problema es que yo jugaba juegos a 1 minuto compulsivamente sin poder parar y eso me provocaba daños físicos, de ahí mi osada comparación y de ahí que no me llegara a gustar del todo realmente. Fue cuando me desenganché de esas partidas cuando empecé a disfrutar al 100% del othello y darme cuenta de que era un juego maravilloso si lo jugaba con la debida mesura, (supongo que como todo). 

Salvo estos casos, creo que todo jugador que haya disputado más de mil juegos a othello por internet, (que garantizarían horas de dedicación), deberían también participar en un torneo presencial. Es lógico que así sea y es hasta mejor para ellos. Sin embargo el ser humano nunca actúa en beneficio propio en muchas ocasiones, y dicho paradigma ha sido motivo de estudio económico. Por ejemplo en económicas la mayoría de teorías afirman que el hombre se comporta de forma racional y que no sería lógico ni realizaría actos que le perjudicaran a sí mismo. La conducta perniciosa en economía ha sido también foco de estudio, pues economistas racionalistas se cuestionan como es posible que alguien realice actos que perjudiquen a si mismos y al resto, no es lógico. Por eso muchas teorías económicas han fracasado, al no considerar que los seres humanos pueden actuar de forma perjudicial para si mismos y para el resto. El hecho de fumar es un ejemplo clásico, de persona que se perjudica a si misma y al resto, pero hay infinidad de ejemplos más. El no querer jugar un torneo de othello cuando en el fondo se desea, es otro ejemplo más de perjuicio para uno mismo, (y puede que para el resto si en el torneo existe un quorum mínimo que supedita la participación). Pero ya entraríamos en el debate más filopsicológico enfre el superyo y el ego, que como decía Freud, ni siquiera era aconsejable que coincidiera. 

Pero insisto, lo importante es participar y no pensar en la derrota sino en jugar la partida. El othello es un juego también muy psicológico, y las derrotas se magnifican cuando te quedas sin discos, a todos creo que nos ha pasado, y a mi me sabe mal y por eso intento mover rápido cuando voy a ganar la partida dejando a mi rival sin fichas. Pero hay que saber perder, y no hay que mirar si hipotéticamente podríamos quedar primeros, terceros o segundos. Hay que jugar más presencialmente y hay que intentar pasarlo bien. Es una afición más, y los torneos se dan en la actualidad una vez al año así que el compromiso tampoco es tan grande, ¿no?

viernes, 24 de mayo de 2019

Problemas de othello Japan

La obsesión y la envidia



El otro día me di cuenta de un usuario de Youtube que se dedica a ir poniendo "No me gusta" a todos mis vídeos. Al principio estaba suscrito, pero más tarde se desuscribió para así continuar con su maldad de forma todavía más anónima. En realidad nunca me han convencido los botones de Me gusta o No me gusta. Creo que es más enriquecedor poner un comentario, aporta más información. Pero en esta pereza social en el que las redes sociales han transformado a las personas (o pretenden hacerlas tomar) por seres poco inteligentes, les ponen un botoncito para que desde el incómodo teléfono móvil donde presuntamente pueden (aunque en mi opinión en general no deberían) verse vídeos, puedan manifestar su opinión sin ni siquiera argumentar el por qué de la misma. Es bastante absurdo si lo pensamos lógicamente. 

Desde que mis padres me compraron mi primer ordenador, un 386 a finales de los 80. Recuerdo cuando tendría sobre 6 u 8 años de edad introducir comandos de forma confusa en mi antiguo ordenador, que por supuesto no operaba con Microsoft Windows. En el 95 creo que salió el primer Windows y vino a resolver ese problema: su sencillez, sus "ventanas" favorecían que cualquier usuario podía comprender en muy poco tiempo cómo funcionaba un ordenador sin tener para ello conocimientos técnicos avanzados. 

Los sistemas informáticos y teléfonos móviles han ido dirigidos hacia la misma dirección, y las páginas web o "aplicaciones" como Facebook o youtube han tratado de rizar el rizo y simplicarlo todo todavía más, a través de unos botones como "Me gusta" que no hacen más que propagar ese virus social y lícito de compartir vídeos que te gustan en las redes sociales de forma rápida y efectiva. Es positivo, en principio, para todos, puesto que el propietario del vídeo puede conseguir más visitas y el que lo ha compartido puede hacerlo de forma rápida y fácil. 

Pero no hay canal de youtube sin haters y como he comentado en otros vídeos, en el othello a algunos jugadores les sienta mal perder. Curiosamente; tras echar un vistazo a foros de ajedrez y curiosear páginas de juegos de las mismas, no veo un sector social de jugadores de ajedrez que estén tan en contra de los jugadores llamados "de élite". Yo no me considero como tal en el othello, pero sí que me parece llamativo que algunos jugadores de élite de othello hayan percibido cierta hostilidad por parte de jugadores más inexpertos. Como vengo diciendo, las explicaciones son varias y aquí voy a tratar de nuevo de sintetizarlas y de dar mi punto de vista. 

1- El artículo de la obsesión me viene ni que pintado para enlazar con lo que vengo comentando. La obsesión no es buena, y sí he detectado una acusación generalizada por parte de los "jugadores rabiosos" (dícese, de esos jugadores que insultan tras perder una o varias partidas") argumentando que somos "frikis" y tratando de acusarnos precisamente, de alguna manera, de ser jugadores obsesivos. La enfermedad mental en ocasiones,-sobre todo para estos individuos-, viene implicada directamente con esa insana obsesión. Es decir, su conclusión es infantil pero a la vez muy típica; Nosotros les hemos ganado al othello, sí, es cierto... pero ellos están sanos mentalmente, nosotros no porque nos pasamos el día jugando al othello y no tenemos otras aficiones. Tal vez nuestra afición sea el othello e incluso hacer otro tipo de cosas como es mi caso, pero no pretendía en este artículo contestar a dichas afirmaciones sino más bien explicarlas. Este sería el primer punto quizá a corregir para tratar de evitar que jugadores novatos sientan recelo de jugadores avanzados en el othello: no debemos transmitir la imagen de jugadores obsesivos, ni mucho menos alardear de ello. Cuestión de otro debate sería la libertad que algunos jugadores pueden tener de jugar al día 12 horas públicamente por ejemplo en Playok.

2- Quizá lo más importante en esto es de nuevo, una correcta fomentación del juego. Como he dicho: torneos donde no se respete a jugadores que vienen a participar, donde no haya cultura de juego, donde se cambien el número de rondas dependiendo del número de participantes o rivales que se ríen de sus oponentes tras ganarles, todo eso no fomenta para nada el juego. Premios al mejor debutante o al jugador revelación, hacen que estas situaciones queden mermadas de forma muy interesante y que se fomente el juego en un ambiente agradable dentro de un torneo. 

3- Tampoco hay que destacar que el othello es un juego de remontadas preciosas, pero que quizá no lo son tanto cuando las sufres tu en tus propias carnes. En el ajedrez está claro que si has perdido la dama vas perdiendo, en el othello muchas veces eso no está tan claro para jugadores principiantes. Yo creo que es uno de los factores que empuja a faltar al respeto por parte de jugadores principiantes o intermedios: consideran que un juego está ganado (y en ocasiones aciertan) pero se olvidan de que la grandeza misma del othello consiste en este tipo de remontadas apoteósicas, que por otro lado se pueden dar si tu rival es sustancialmente mejor jugador que tu. La posición del tablero muchas veces no está clara quién la va a ganar ni siquiera para los mejores jugadores del mundo, ¿cómo iban por tanto ellos a saber si ganan o no un juego por ejemplo en el movimiento 35? a veces es más cuestión de fe que de otra cosa, y algunos jugadores no son conscientes de que como vengo diciendo: los juegos contra jugadores buenos se hacen largos... muy largos. Debido a ello, no son pocos que ante esa situación de sentir que están ganando un juego y de repente perderlo (probablemente por un error suyo) responden peyorativamente.

4- Apuntalando el apartado anterior, las partidas a 1 minuto potencian el factor de las remontadas, del nerviosismo por el tiempo acabándose y de la necesidad imperiosa de ganar (aunque sea por suerte) de algunos jugadores novatos. No son malas personas, no creo que lo sean, de hecho su razonamiento tiene sentido psicológico como vengo comentando. Pero los juegos a 1 minuto potencian todavía más esa sensación de desasosiego que algunos jugadores sienten. No me ha sucedido en un juego ni probablemente en 10, sino en muchos más, jugar a 20 minutos y ver que voy a perder claramente... pero a menos de 5 movimientos del final, mi rival, (con más de 15 minutos para pensar) tildado y acostumbrado tenazmente a jugar rápido, mueve con velocidad y se equivoca en ese juego final. En ese momento, en el que yo sí me he tomado 10 minutos para jugar, gano el juego y la frustración se hace visible en mi rival porque es consciente de que ha perdido el juego por jugar rápido al final. ¿Es culpa mía? pues para muchos, sí, es culpa mía por ejercer mi derecho en Playok de abrir un juego a 20 minutos. No son pocos que me han dicho que les he distraído por abrir un juego tan largo y no dudan en retarme a jugar a 2 o 3 minutos. Mi posterior negativa a jugar ese tipo de juegos no fundamenta más que su intranquilidad y su hostilidad hacia mi.

No es difícil deducir por tanto, que este perfil de jugadores no se van a sentir cómodos jugando un torneo. Algunos jugadores de élite del othello consideran que deben ser respetados por su condición, pero creo que es incorrecto pensar así. Si miramos de nuevo al ajedrez, es cierto que no se observa tal hostilidad por ejemplo con los mejores jugadores, aunque tampoco es una cualidad buscada o deseada por ellos mismos. El othello es simplemente diferente y por eso mismo debemos hacer todo lo posible por fomentarlo, evitando faltar al respeto en todo momento a los jugadores con los que nos enfrentamos. Ya he comentado en alguna ocasión que algunos jugadores incluso se molestan si les damos consejos.

Volviendo a mi canal de youtube, creo que no hay ningún vídeo en el que haya pedido Me gustas o que alguien se sucriba, aunque según comentan los que lo hacen, se consigue el objetivo deseado. Me parece todavía más absurdo que por pedir una sucripción, alguien que no lo fuera a hacer igualmente vaya a hacerlo. En cuanto a los haters, todos los canales de youtube tienen unos cuantos. Desde el momento en que publico vídeos de los que me insultan, puedo ser objeto de su venganza, pero también lo puedo ser desde el momento en que les gano un juego. El miedo a sufrir represalias virtuales por parte de ciertos individuos como he comentado en otras ocasiones, sustenta la decisión de algunos jugadores populares (y muy buenos) de no revelar sus datos personales cuando juegan por internet. Esconderse no me parece la manera correcta de actuar, aunque es respetable. Sospecho que también hay algo cultural en todo esto, pues de mis partidas de othello Japan no he visto conductas antideportivas como puedan ser las faltas al respeto, que por otro lado están presentes hasta en deportes muy populares como el fútbol. Evidentemente, eso no justifica que no se deban corregir y reducir a cero. 

Así que un mayor esfuerzo en fomentar el othello debería estar garantizado, sin esconderse, tratando de comprender a esos jugadores que juegan juegos rápidos y que están nerviosos y teniendo paciencia con los que están aprendiendo en el juego. El othello es un deporte mental maravilloso porque tiene estas pequeñas cosas que hacen que te apasione o te frustre perder. En mi caso le echaba la culpa al juego, así que yo mismo ni siquiera era consciente de que era culpa mia. Cuando empecé a jugar y me remontaban juegos mi conclusión era: "es que en este juego las fichas están posicionadas de manera que no puedo preveer nada y me gana por suerte o por tiempo o porque el juego es rarito" Conclusión: No jugaré más al othello. Esa era mi idea al principio. La idea de otros jugadores es: "me ha ganado porque es un friki", "me ha ganado porque se obsesiona", pero tanto yo como ellos, estábamos equivocados. Hay que saber disfrutar y jugar, y no solo al othello sino a cualquier juego. Lo tengo claro y aunque sea un tópico: un cuerpo y mente cansados no podrán disfrutar al 100% ni del othello ni de otros juegos. La demagogia que apoya la tesis de quienes en ocasiones faltan al respeto argumentando que somos jugadores obsesivos, no debe ocultar que tienen parte de razón al confesar que la obsesión es algo negativo. Debemos por tanto, evitar dicha obsesión, tratar de controlarla, atajarla y si no es posible disimularla en la medida de lo indispensable. La imagen que damos a nuevos jugadores también es muy importante. Trato de que la mia sea positiva en Playok donde de 100 jugadores online apenas un 10% jugamos juegos a más de 15 minutos. Pero jugadores como Nominosukune o yo, creo que más bien al contrario, (no por estar en inferioridad numérica) contribuimos de forma muy positiva a fomentar un juego sano y amigable. Tal vez como yo en su día con Attasan, me di cuenta de que en realidad disfrutaba más jugando a 10 minutos que a 5, otros jugadores se den cuenta de que jugando a 20 minutos, pueden tomarse tranquilamente un refrescto, ir al baño o pensar jugadas que de otro modo ni se les ocurriría a 1 minuto. No voy a obviar el hecho de que yo gané a Attasan en dicho juego, pero perdí antes muchos otros, así que al final en los juegos largos, (como en el othello en general) debemos darnos cuenta de que no es tan importante ganar o perder sino disfrutar un rato jugando a un juego y haciendo jugadas que van a hacer interaccionar el cerebro de nuestro rival de un modo u otro.

viernes, 17 de mayo de 2019

¿Qué lleva a los Japoneses a ser tan buenos?


Actualmente, el Campeonato Mundial de Othello solo puede ser jugado por los 3 mejores de cada país, (y adicionalmente el mejor menor y la mejor mujer). Algunos argumentos para no celebrar un evento mundial libre, además de el evidente motivo económico, es que tal vez a muchos no les haría gracia que por ejemplo el top 20 estuviera copado de jugadores de la misma nacionalidad. Asimismo, el gran nivel de muchos jugadores japoneses tal vez nos lleve a cuestionarnos el por qué son tan buenos. Aquí voy a proponer algunas explicaciones para ello, basado en el tiempo que llevo jugando por internet y en lo que he ido viendo en los últimos años. 

1- Son muchos: Evidentemente lo más lógico es que cuantos más jueguen, más buenos jugadores saldrán. En Japón sucede eso: mientras que en España los jugadores habituales no pasamos de un centenar, en Japón esos jugadores se cuentan por millares, siendo así lógicamente más sencillo que hayan más buenos. En cuanto a ratios, creo que el porcentaje de jugadores de alto nivel españoles respecto de japoneses o cualquier otra nacionalidad, sería el mismo. Si por ejemplo consideramos que jugadores Maestros en España somos 10 de 100, en Japón ese ratio también sería similar, de ahí que por tanto hayan también más grandes Maestros y jugadores con un nivel extraordinario. No nos debe extrañar este ratio de jugadores de gran nivel tan alto, el othello es un juego maravilloso por eso: no es necesario jugarlo muchos años para llegar a ser maestro, a pesar del eslógan, que se ha quedado obsoleto debido a internet y a los programas de apoyo que permiten mejorar muchísimo en poco tiempo. 

2- Tienen cultura: Es otro factor menos cuantificable y difícilmente detectable pero que sí existe. Mientras que en Japón tienen varios juegos de mesa como el shogi o el go, en España únicamente parece que nos ceñimos al ajedrez. Más importante aun: en España a muchos solo les importa el fútbol, y no deciden aprender a jugar ningún juego de estos. El clima también es importante: la gente en españa prefiere salir a la calle a pasear y disfrutar del buen tiempo, aunque este argumento sería más importante respecto de países nórdicos y no tanto con Japón, donde el clima tampoco es malo. No hace falta decir que tienen menos cultura hooligan, a nivel no solo de fútbol sino de otros deportes. En Europa el país donde más se juega es Francia, y dentro de España la zona donde más se juega es Catalunya.

3- Son respetuosos: Respetan mucho al prójimo y eso se nota en los juegos. Ponerte rabioso o dejar que te afecte una derrota es un síntoma de mal jugador y eso no solo te lleva a no progresar, sino a dejar incluso de jugar. Ellos reconocen que el juego se disfruta precisamente porque tu rival y compañero decide jugar contigo, y no pagan con nadie los platos rotos. Mejoran, entrenan y se focalizan en el juego, sin prejuzgar sobre su rival. Muy pocas veces me han insultado jugadores japoneses por internet, (vale que muchos no deben tener el mismo teclado), pero salvo algunas excepciones, suelen ser bastante respetuosos también online. 

4- Son tenaces: Tal vez por su cultra: a más de uno le interesa aprender a jugar y progresar muchísimo. Algunos son también muy ambiciosos. Japón cuenta además con una de las tasas de desempleo más bajas del mundo. Una de las claves del othello, es tal vez dedicarse en exclusiva al mismo, lo cual pueden hacer muchos jugadores dado que su trabajo les permite compatibilizar ambas cosas. Aunque una persona que no trabaje puede estar efectivamente más horas jugando al othello, en general los que no tenemos trabajo nos decantamos por hacer varias cosas a la vez, ya que es más divertido, (por ejemplo jugar a othello, a la Playstation y salir en bici). 

5- Tienen una estructura más sólida: Además de por lo mencionado, organizan muchísimos torneos en diversas y ciudades y no son pocos los niños que van aprendiendo a jugar, siendo en unos años jugadores de mucho futuro. Recientemente han creado canales de Youtube y están dándole mucha difusión al juego. Teniendo defectos, que los tienen, han sabido comprender que el Youtube es más el futuro y no quizá otras plataformas más obsoletas. Han podido enfocarse bien en el presente y trabajar de una manera más profesionalizada.

viernes, 10 de mayo de 2019

Enfadarse porque te hagan trampas


Reversi Cheaters

A todos nos ha pasado o nos pasará alguna vez jugando online. Es tu bautismo en el mundo del Reversi online. Como he explicado en otros artículos, hay muchos tipos de tramposos. La característica común es que están bastante obsesionados con el ranking, por lo que en aras de no parecernos en nada a ellos, no debería ser algo que nos obsesionara. Algunos también se suelen rendir cuando juegan sin hacer trampas, (no suelen tener mucho nivel). Por eso también aconsejo no rendirse nunca, debemos ser todo lo contrario a ellos, puesto que ellos representan la mediocridad más grande y el patetismo representado en el othello: en la mayoría de casos se nota que hacen trampas y quedan todavía más en ridículo, (por si el hecho de pasar siendo un gran jugador online pero que nunca ha pisado un torneo no es ya suficiente ridículo). 

¿Hay que enfadarse? La respuesta rápida y directa es NO. Rotundamente no. Lo importante es que no hagamos trampas nosotros, y utilizar el juego para aprender. Los jugadores que se enfadan porque les han hecho trampas, a menudo analizan muy por encima sus juegos. Un sistema de evitar enfadarse es la técnica japonesa: que consiste en analizar la derrota, y estudiar sus aciertos y nuestros errores. Aprender de esa derrota, aunque haya sido una derrota no limpia. Esto nos ayudará a no enfadarnos. 

Luego hay una línea que separa el ser buena persona del ser tonto. Un tramposo a menudo se ceba con alguna víctima, por lo que es posible que quiera ganarnos más veces haciendo trampas. De ahí mi antigua norma de no volver a jugar si perdía un juego, "por si acaso" me habían hecho trampas. Y esa es otra característica del reversi: a menudo no eres consciente de que te han hecho trampas hasta que no analizas posteriormente el juego. Un juego perfecto rival, unido a otros factores, puede hacer que sospechemos con fundamento, pero esas sospechas no podemos tenerlas durante el juego o sin buscar cierta información. Una cosa que hago a menudo es: ¿yo podría ser catalogado como tramposo? Y un juego perfecto no es por sí solo motivo suficiente, ya que a veces yo mismo hago juegos perfectos (0 errores) si me sé la apertura. En mi caso, pueden ser uno de cada 100, así que es preciso analizar otras partidas del presunto tramposo para juzgarle bien. Con 4 o 5 es suficiente. Sabiendo que los mejores del mundo te van a cometer de media 2 o 3 fallos, no pinta bien que él lo haga mejor. Como en la imagen que adjunto, el jugar tan pocas partidas o el Elo o que un jugador entre a jugar solo contra nosotros después de meses que no jugaba y luego se largue, nos revela que es muy probable que haya hecho trampas. Algunos de estos sistemas para ahorrarme encontrarme con tramposos son no jugar con jugadores de menos de 1000 partidas, ya que normalmente no me da tiempo de mirar si son nicks registrados en el mismo día. A menudo un tramposo registra un nuevo nick para intentar obtener un buen ratio de victorias. 

Por ello desaconsejo a los WebMáster de páginas como Playok o EOthello a que añadan retos o challenges a modos de victorias seguidas y cosas por el estilo. Sin ningún reto de ese tipo y con un simple e informativo Elo y una clasificación general, ya entran jugosos tramposos con ansias de intentar lograr algo virtual dada su miserable vida real. Si encima pusiéramos retos, trofeos, recompensas y mayor publicidad, sus ansias de protagonismo, troleo, juego sucio y repugnancia, serían incentivadas  y estoy convencido de que no solo aparecerían más tramposos, sino que los actuales se regodearían más. Si yo fuera WebMáster, a los primeros 10-20 de la clasificación, no dudaría en enviarles un mail privado para que me revelaran quienes son (todo en privado y con protección de datos garantizada). En caso de que no contestaran, sí creo que la expulsión podría ser una opción, o su retirada de Elo, o su marca: "Jugador podría usar un programa", como hacen en Fly or Die. Aunque en FOD no sé bien en qué se basan para añadir dichas marcas. 

Como iba diciendo, si eres buena persona y juegas con todos los jugadores indistintamente, serás también cebo de tramposos varios. Los tramposos suelen tener especial interés por gente amable, que revele datos en su perfil y cosas por el estilo. Me va bien recordar el caso de Seeley. Durante años estuve siguiendo sus partidas y curiosamente perdía muchísimas contra rivales de unos 1200 puntos de Elo en Playok. Casi siempre, dichos rivales solían ser nuevos nicks, y tras ganarle a Seeley no jugaban mucho más, tal como muestro con Insipiens en mi caso. 


Con el tiempo, y como es normal, Seeley se cansó de "dar oportunidades", y aunque es atractivo, bonito, ético, respetable e interesante que jugadores de su clase mundial jueguen con principiantes, pagaron todos los principiantes por culpa de unos tramposos, y ahora es raro que él u otros jugadores "concedan oportunidades" a jugadores de mucho menor Elo. A mi me pasó lo mismo en menor medida: Soy foco de tramposillos varios. 

Fue curioso ver como el número de partidas que Seeley concedía a rivales de Elo muy inferior fue bajando hasta no conceder casi nada. Y como él, muchos más. Porque cuando eres demasiado bueno, empiezas a parecer tonto. A mi me ha dado esa sensación a nivel personal: Entro en Playok y juego con quién sea. Entonces me gana un tramposillo que recién empieza y al rato me gana otro, pero resulta que es el mismo con otro nick, ambos registrados el mismo día. Termino pareciendo tonto al no darme cuenta, especialmente si no lo sabes durante el juego y con buena intención por el chat le haces comentarios que a veces hago como: "eres muy bueno". 

Una característica común es también el hecho de que son tan malos que son incapaces de comentar jugadas, precisamente porque no tienen mucho nivel. Pero lo peor es que algunos insultan o vacilan. A mi me han llegado a decir de todo, aunque lo más normal son cosas como que soy muy malo, que a ver si aprendo y en general que me ganan sin pensar. Eso puede resultar molesto de por sí, pero tal vez molesta más si encima te hacen trampas, aunque en mi opinión reflejan precisamente ese hecho: que han hecho trampas. 

Otras veces se delatan a sí mismos dándole una importancia extrema al Elo, al decirme que quieren subir como sea o que yo tengo el Elo sobrevalorado. En realidad, no puedo evitar reirme. La situación es graciosa, es un troleo tan clásico y es tan evidente que hacen trampas, que no deja de hacerme gracia.  Y no soy el único. No recuerdo si fue Suekuni,  cuando un nuevo nick también le destrozó en un juego. Recuerdo lo que dijo el nuevo nick troll porque no pude evitar reírme (y según se vio por el chat, muchos espectadores también), tras ganarle al gran Sukeuni, no se le ocurre mejor cosa que decirle: "You are too weak, I need more challenge". 

En definitiva, que los mejores jugadores del mundo han sufrido por parte de los tramposos y eso seguirá sucediendo. Debemos impedir que ellos nos echen de un sitio web. En Playok tenemos herramientas para intentar evitarlo, y en otros sitios con matchmaking no nos queda más que resignarnos y asumirlo como normal: aprender de esos juegos. Pero los administradores de dichos sitios web tienen herramientas para solucionarlo: 1- Que les requieran sus datos personales o al menos que confiesen de donde son, esto solo valdría para los top 20-30 de un ranking, y si no contestan que borren sus nicks, o que les fuercen a jugar sin Elo o que les pongan una marca. La segunda opción a mi me parece la más justa: 2- Que cuando exista una evidencia tan clara o no contesten a lo mencionado en el anterior punto, simplemente cancelen/anulen sus partidas por reporte de trampas. Esto sería útil y cada jugador podríamos disponer de unas 10 partidas canceladas al año para estos casos, así que el tramposo se las iría comiendo, ya que no tendrías incentivos en gastarlas con jugadores legales porque quedarías mal con ellos. Por honorabilidad, las utilizarías cuando te hicieran falta.  Con "public disclosure" acerca de este asunto, sería todo todavía más evidente, siempre dejando la opción de contrareporte por parte del tramposo para que se pueda defender, tipo: "No hice trampas". Y con un foro de debate donde incluso debatir las partidas controvertidas. A menudo en el othello puedes comentar el juego, y un foro enriquecería el juego y sería una opción de libertad muy válida para defenderte amistosamente de acusaciones, ya que podrías explicar los movimientos controvertidos.

Estos sencillos sistemas terminarían con el problema, y me parecen muy interesantes. Para todo lo demás, no nos queda más que observar su ridículo y en mi caso al menos hacerles preguntas sobre el juego. Diría que nadie me ha respondido a lo largo de los años, porque no saben. Como anécdota curiosa, antiguamente en Playok me presentaba y le decía al jugador: "nice to meet you", en sintonía de cordialidad, educación,-y por qué no-, para evitar que me hagan trampas. Una vez uno me contestó: "sorry I need win I only play for Elo" me marcaron mucho esas declaraciones. Evidentemente me metió una gran paliza. Lo que entendí de esas declaraciones fue que los tramposos tampoco tienen por qué tener algo personal con nosotros, simplemente son así de bobos.

Acabo insistiendo en que no debemos enfadarnos. Enfadarnos abre la puerta a las emociones negativas, que no debemos tener cuando disfrutamos de un juego. Además, si empezamos a acusar de trampas, no acabaremos. Perderemos juegos contra jugadores honestos que han tenido un buen día y sería en mi opinión muy injusto acusarles de hacer trampas sin serlo. Como digo: tenemos soluciones. Si alguien me contacta educadamente por Playok a pesar de tener pocos juegos, es muy probable que juegue con él, "me la jugaría", nunca mejor dicho. Otros jugadores no hacen distinciones, y juegan con quién sea, y si hacen trampas entienden que les va mejor para aprender. Sin embargo como he dicho el othello jugado contra un programa aburre, ya que el programa juega de una manera bastante pautada, y aunque a veces puedes no notarlo, no siempre es divertido. Por último y como ya dije, si los tramposos te provocan una bajada de tu Elo, afectará a tus juegos, dado que muchos jugadores de tu nivel real más elevado, no querrán jugar contigo creyendo que por el Elo que tienes eres demasiado inferior a ellos y se aburrirían. Así que hay que tenerlo todo en cuenta. No enfadarse no implica que debamos dejarnos mangonear.

viernes, 3 de mayo de 2019

¿Vale la pena disimular?


Algunos jugadores toman ciertas acciones en relación con la gestión del tiempo que pueden no pasar desapercibidas para sus rivales. Como siempre, conocer a nuestro contrincante puede ayudar a compaginar un juego ético y perfecto con una concentración óptima que nos permita desarrollar nuestro máximo potencial. Y es que como sucede en otros deportes (fútbol) no es ilegal gestionar el tiempo de manera que pueda desconcertar a nuestro rival. 

Disimular en la apertura

En este artículo voy a tratar de narrar pormenorizadamente algunas de las técnicas más usuales que son llevadas a cabo en torneos. Una de ellas es esperar unos segundos en un movimiento en la apertura para simular que no te lo sabes. Personalmente, cuando no me se la apertura me gusta levantarme de la silla, y muchos rivales lo saben y no me importa que lo sepan. Sin embargo, a muchos jugadores no les gusta que su rival no sepa si se sabe la apertura o no. En ciertos casos, puede resultar ventajoso disimular usando ese "tiempo" para hacer creer al rival que no nos sabemos el opening y así tratar de que gane en exceso de confianza y pierda en nivel de juego. Es una estrategia completamente legal, pero en mi opinión nos puede perjudicar ya que estamos gastando nuestro propio tiempo en movimientos que ya nos conocemos. 

Esperar en movimientos obvios

Ésta es la técnica más desconcertante. En ciertos movimientos obligados, algunos jugadores dejan el conteo del reloj en hasta 10 minutos abajo. Es una clara estrategia de desconcentración. En ciertos casos de disimulo, ciertos jugadores lo pueden hacer si ese movimiento es un poco obvio pero no demasiado. Digamos que ciertos movimientos a nuestro juicio pueden parecer rápidos pero no serlo, pero otros sí deben ser más o menos obligados y nos puede molestar o irritar que nuestro rival se pase más de 10 minutos en esos movimientos, haciendo que perdamos la concentración. Por supuesto también se puede perjudicar él mismo tardando ese tiempo, pero ya juegan con esa estrategia. Cuando en un partido de fútbol el equipo que va ganando pierde tiempo, puede volverse en su contra si sus rivales remontan de manera rápida cerca del final del partido: aquí sucede lo mismo. Algunos jugadores saben valorar muy bien sus hipotéticas ventajas y tratan de ampliarlas desquiciando legalmente al rival. Hay otras estrategias como hacer ruiditos o levantarse para ir al baño o hacer otras cosas, pero por ahora no relataré estos temas en este artículo. 

Usar una estrategia de tiempo límite

Esta estratagema se comprende más fácilmente con un ejemplo. En Othello Quest se pueden jugar partidas a 1 minuto. Ciertos jugadores mueven digamos 15 de sus 30 veces en 56 segundos y se reservan 4 míseros segundos para el juego final. Cualquier jugador incluso experimentado creerá que es imposible que pueda terminar el juego en 4 segundos, pues debería mover durante esos 4 segundos, 15 veces, a más de una por segundo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en Playok, en Othello Quest hay unas décimas de cortesía para evitar temas de lag (algo usual por otro lado cuando la gente juega en dispositivos móviles), y esto lo conocen bien estos astutos jugadores, de modo que sí es posible incluso jugar un juego en 10 segundos en Othello Quest. En Playok el tiempo se amplía a 20 segundos. 

Muchos jugadores de partidas rápidas testean el tiempo al cual pueden terminar un juego (independientemente del nivel) para conocer si les puede dar a terminarlo en X segundos. Eso les da confianza a la par que les ayuda a planificar su estrategia óptima.  Sin embargo, si vemos que nuestro rival debe mover 10 o 20 veces en unos 5 o 10 segundos, creeremos que ya hemos ganado y dejaremos de jugar bien: básicamente porque nosotros también podemos tener poco tiempo y tenemos prisa porque no queremos que seamos nosotros los que nos quedemos sin tiempo.


Esta estrategia resulta ser de las más efectivas de todas. (Voy a ver si encuentro el vídeo del final del Mundial 2018, Akhiro vs Piyanat). Jugamos rápido creyendo que tenemos la partida ganada, pero un dedo índice con párkinson de un rival astuto y locuaz nos juega una mala pasada. Él ya intuye adonde moveremos y clica en esa posición. Si pensamos en cambiar y jugar en posiciones menos obvias podremos arañarle unas décimas ya que tendrá que desplazar el ratón, pero también nosotros podemos perder por ser una posición negativa o por pensar esos segundos de más. Más importante aun: esos segundos de más no los empleamos en seguir en nuestro juego, nosotros ya estamos completamente fuera de la partida en cuanto intentamos mover solo para que se le acabe el tiempo al rival, hemos mordido el anzuelo y picado en su trampa. Esto es crucial en juegos a 1 minuto, donde sin darnos cuenta podemos pasar 10 segundos pensando en cosas que no son el juego, haciendo que perdamos completamente la concentración. 

Esta técnica por increíble que parezca es usada también en torneos por algunos jugadores, de manera incluso perfeccionada. Se trata de 3 factores: 1- Utilizarla en el momento adecuado del juego, 2- Utilizarla en según qué posiciones de según qué juegos y 3- Determinar el tiempo límite que vamos a utilizar para desquiciar al rival. Akihiro domina muy bien esta técnica, ya en la final del Mundial se dejó unos segundos para el juego final y Piyanat cayó en la trampa. Analizar a nuestro rival para concluir si es alguien inocente y que podría picar en esta trampa a veces es crucial: pero en un torneo donde nos jugamos mucho, es fácil caer en este tipo de triquiñuelas psicológicas. Simplemente vemos que nuestro rival cuenta con 1 minuto de tiempo y tal vez 5 movimientos en los que deberá voltear muchas fichas y creemos que no le dará tiempo: sin embargo él ha estudiado bien su juego y sabe que le dará tiempo.

Por otro lado, todas estas estrategias para novatos no sirven mucho. Un jugador que esté empezando a jugar puede dedicar mucho tiempo en la apertura o no ver algunos movimientos obvios. Por supuesto, muchos otros jugadores pierden por tiempo. Aun así, en un juego tan igualado como el othello, jugadores de 7 u 8 Dan ya tiran de estas herramientas para marcar la diferencia.

A nivel personal alguna vez algún jugador me ha criticado no tomar decisiones rápidas en posiciones obvias. Sin embargo en torneos he sido muy cauteloso por el tema de los missflips y me ha gustado jugar siempre con seguridad. Otro día ya explicaré las disputas de este tipo que he tenido con ciertos jugadores.

viernes, 26 de abril de 2019

Excusas

Una de las características del mal perder de muchos jugadores de othello, ha sido el hecho de poner pegas, excusas u objeciones a sus derrotas. Las excusas ante una derrota, pueden ser prácticamente infinitas, como sucede en cualquier disciplina, sin embargo sí he detectado 2 argumentos que tienden a repetirse y que son comunes diría a la mayoría de jugadores de othello. Anular estas excusas, evitar nombrarlas o señalarlas como culpables de una derrota, fueron razones que me permitieron convertirme en mucho mejor jugador. Paso más al detalle. 

1- Hace trampas. Diría que es la excusa más habitual, utilizada especialmente en juegos online. Aquí hay muchos puntos a comentar, y el análisis de esta excusa podría en si misma ocupar otro artículo. Una de las consecuencias que me ha pasado desde que intento no acusar jamás de trampas, es el hecho de quedar como un tonto cuando las trampas son demasiado evidentes. Sin embargo, en la mayoría de casos esto no es así, de modo que corrigiendo este defecto, he conseguido quedar por encima  como persona,-que es lo más importante-, de hipotéticos tramposos. Así que ciertos argumentos lógicos apuntan lo siguiente: puedes tener sospechas, incluso un 99% de fundamento de que ha hecho trampas, pero como no estás 100% seguro, más vale no decir nada nunca, porque si fallas por ese 1% de que pueda ser que haya jugado legal, estarás quedando como un imbécil al acusar a alguien de tramposo sin que éste lo sea. Solo por la humillación que representa acusar a alguien de tramposo sin serlo, vale la pena no acusarlo. De nuevo, haga trampas o no, tu comportamiento es noble, elegante y digno. Incluso si tu rival hiciera trampas, la carga de la responsabilidad de tal ruín acto, recae sobre él. Me vino bien aquí recordar las muchas veces que me acusaron a mi de hacer trampas sin haber hecho, y aun siempre habrá gente que me acuse de ello. Ellos quedan mal conmigo y quedan mal consigo mismos. Entender el juego como algo objetivo sirve para aprender de él, al analizar la partida tras una derrota siempre podemos aprender, nos hayan hecho trampas o no. Cuando alguien me acusa de hacer trampas no puedo evitar sonreir y vislumbrar a mi oponente como alguien que se autointerpreta como ciertamente ridículo.

Para mi tampoco fue fácil superar este punto. Durante años, he jugado en internet, donde hay muchos tramposos. Tramposos que se ceban especialmente con jugadores oficiales, o jugadores respetuosos porque les gusta más trolearles. Cambiar conductas de pensar inconscientes que llevamos años haciendo, es algo súmamente difícil, y un reto apasionante. Sin embargo, cambiar esta forma de pensar no solo nos convierte en mejores jugadores, sino en mejores personas. E insisto: es difícil. Perderemos juegos y pensaremos: "no puede ser, no tiene este nivel, ¿habrá mirado el programa?" Los teléfonos móviles no ayudan, ya que hoy en día ya no solo hay 1 programa o 2 con el que poder hacer trampas, sino decenas. Antiguamente el Zebra no era tan conocido, y era más raro, pero hoy en día en cambio es algo más habitual, lo que hace que nuestras sospechas aumenten, pero no por ello debemos consentirlas. Las trampas han sido también en mi opinión uno de los motivos principales de que no hayan cientos de jugadores en torneos. Un jugador víctima de un tramposo puede no participar en un torneo porque siente que no da el nivel... pero un jugador que sea un tramposo habitual, también se sentirá más cohibido a la hora de jugar un evento de estos, especialmente en una comunidad pequeña donde se puede intuir quién es, y donde en el torneo le van a preguntar por sus nicks online. 

Así que del anterior párrafo deducimos que las trampas perjudican mucho más al que las hace que al que las recibe. Pensar en ello nos va a ayudar a mejorar, a no acusar de trampas y a potenciar nuestro juego. No importa si nos han hecho trampas: lo importante es el juego. Lo importante es mejorar. El tramposo queda en ridículo consigo mismo, se limita como jugador, y se autoinsulta. La respuesta ante un tramposo debe siempre ser respetuosa, y nunca acusatoria. Diría que es importante que ni pensemos si ha hecho trampas. "Es bueno", punto final. Por ahí iban dirigidos mis comentarios a ciertos jugadores, donde les preguntaba por jugadas. Normalmente los tramposos suelen ser tan mediocres como para no conocer el juego, así que es usual que no comenten jugadas, básicamente porque no saben. Es gracioso ver a tramposos "mudos" en un juego online, y este ha sido otro motivo por el cual me ha gustado siempre hablar con mis rivales, (usualmente después del juego, durante solo contesto si me hablan). Si no puedes chatear con tu rival, no tiene gracia jugar online, podría jugar con el programa. Y aunque hay jugadores mudos que no hacen trampas, los que sí las hacen no suelen hablar, por lo que siempre aconsejo intercambiar unas palabras. 

2- No me ha dado tiempo. Esta excusa cae por su propio peso si nuestro rival dice lo mismo, ya que ambos tenemos el mismo tiempo. Sin embargo, puede tener sentido en juegos a 1 Minuto, donde el tiempo es tan corto, que un jugador puede volverse experto en jugar a algo que no es el othello, sino un juego donde haces un push (jugar rápido aunque mal) para desconcertar al rival. De nuevo, los juegos a 1 minuto han provocado que no participen muchos en torneos, y curiosamente, han sido los jugadores habituales a 1 minuto los que han sido víctimas de su propio juego. El problema es cuando se unen los puntos 1 y 2, y un tramposo nos mete un parcial de 50 a 0 jugando a 1 minuto. Puede también destruirnos a nosotros como jugadores, pues creeremos que no vale la pena jugar un torneo contra gente tan buena. Ese es el motivo por el que deberíamos controlar nuestros juegos, y ponernos un tope en cada sesión, aunque es una norma que casi nadie hace, la mayoría de la gente juega a placer, o a ratos.

Personalmente, esta excusa ha sido la que más he utilizado. Creo que más correcto sería decir, que un tiempo corto de partida perjudica a ambos jugadores. Es un punto muy debatible, y me gustaría leer comentarios en mis artículos al respecto. Sin embargo, la comunidad de othello no es muy grande, y a la fecha de publicación de este artículo, en cuanto a extensión, mi blog será ya el más grande de todos, (seguramente no el más bueno, a mi me sigue encantando el de Jorge o el de Fabrício). Con el tiempo corto en torneos se busca jugar más juegos, y evitar así una partida a 40 minutos donde un rival estaría muy incentivado a prepararse la apertura. Sin embargo, no siempre se consigue jugar muchas partidas.

3- Ha tenido suerte. Esta excusa me la quité de la cabeza bastante rápido. A veces ganaremos nosotros 33-31 y otras veces perderemos. Sin embargo algunos jugadores consideran mala suerte perder por 33-31. El problema de considerar mala suerte este resultado y creértelo, es que cuando coseches demasiados 33-31 en contra, empezarás a pensar seriamente que eres un desgraciado. En última instancia, dejarás de jugar, como han hecho ciertos jugadores buenos que prefiero no mencionar. La historia del othello está llena de jugadores frustrados que han dejado el juego por temporadas por no ganar, o no obtener los resultados deseados. No saber encajar todas estas situaciones que vengo comentando son clave para que dicho jugador no desaparezca.

Un jugador que siempre pone excusas exteriores a sus derrotas, será un jugador que no encontrará la excusa número 1 en un torneo, y que no comprenderá muchas cosas del juego, haciendo que simplemente decida dejar de jugar. El no comprender como funciona el juego, hará que culpemos de nuestras derrotas a otros factores. La suerte puede ser un factor en un juego final, pero otras veces te sonreirá a ti.

Lo complicado es asumir la responsabilidad de la derrota: "lo he hecho mal, voy a mejorar". Podría nombrar a jugadores que piensan de esta manera y que han experimentado una mejora bestial en su juego. Hay que hacer más autocrítica, y pensar en como lo hemos hecho, no importan las trampas o el tiempo, solo nuestro juego. Si de algo me ha gustado parecerme a los jugadores japoneses, es ver las pocas veces que ponen objeciones a sus derrotas. Habrá de todo, pero detecto en ellos mucha menos crítica externa y más autocrítica, constituyendo otra de las muchas cualidades que les hacen ser mejores jugadores. Que estén tan arriba en el ránking, no es casualidad, y no es solo porque jueguen más desde pequeños.

Como técnica psicológica: al perder un juego repetir mentalmente: "más autocrítica", 10 veces. Después acudir a analizar el juego. Os ayudará. Otro factor que no ayuda es el hecho de crecer como jugadores, y es que según nos vamos volviendo mejores, el ratio de victorias contra cualquier rival puede alcanzar el 90%, por lo que una derrota será lógico y normal que nos sorprenda, porque no es lo usual. Algunos le llaman tener humildad, o no tener mucho ego, eso también nos va a ayudar a gestionar este tipo de situaciones. Debemos recordar que si nos duele perder, es porque perdemos pocas veces, y porque pocos son los agraciados que nos logran ganar, y eso es bueno. Ver los saltos de alegría y gritos de un rival que nos ha ganado no debe ofendernos, sino honrarnos, pues son los mejores halagos a nuestro gran nivel. Como último apunte, debemos evitar que nos duela e incluso nos moleste perder. Si conseguimos esto último, alcanzaremos un nivel de juego terrible, dando realmente el 100% de potencial, pues jugaremos sin miedo. Jugadores que no tienen nada que perder son a menudo jugadores temibles, y es otro rasgo característico del juego nipón, muy acorde a su cultura y el legado samurai. 

Otra forma de pensar típica que comparten jugadores que suelen poner excusas es el hecho de valorar como un dato objetivo, irrefutable y cierto, los resultados entre ellos y otro rival. Por ejemplo, muchos jugadores creen que un parcial de 20 a 1 en contra o a favor, refleja la verdadera diferencia de nivel entre ambos jugadores. Aunque lógicamente es cierto que puede ser que uno de los jugadores es más bueno que el otro, a menudo la diferencia no suele ser tanta. Estas diferencias son más relevantes en juegos por ejemplo de 15 a 5, donde si eres un poco tonto, podrías hasta afirmar que eres "el triple" de bueno (o de malo). Sin embargo un parcial de 15 a 5 puede esconder 4 juegos remontados para el que ha ganado 15, en caso contrario el parcial ser reduciría a 11 a 9. No oculta que uno de los 2 es mejor jugador, pero la diferencia está algo sesgada.

Una de las cosas que primero hay que aprender en el othello es a no fiarse del resultado. Hay que analizar el juego y determinar como se gana o como se pierde. Esa es la clave de todo para mi.  Aunque es difícil determinar un movimiento a partir del cual cambia todo, si íbamos ganando en el juego final y perdemos, la partida la deberíamos haber ganado, somos en teoría, mejores jugadores que nuestro rival, lo que sucede en la práctica es que hemos perdido. Estas situaciones se pueden repetir e incluso maximizar en juegos rápidos, (eg: juegos de menos de 25 minutos).

Volviendo al símil del fútbol o cualquier deporte. Si dominamos un partido y creamos ocasiones de gol pero el rival ha anotado en el minuto 90 y hemos perdido, ¿somos peores? El partido lo perderemos, con consecuencias negativas para un título, pero eso no significa que seamos peores. Con el othello sucede lo mismo, debemos valorar toda la partida en su conjunto, y no solo el resultado, que en muchas ocasiones será justo, pero en otras no. Aun así, no debe ser tampoco una excusa: lo único que pretendo aclarar aquí, es el hecho de no darle importancia a los resultados y sí valorar más bien la partida, aunque es evidente que perderemos por un error, y que no servirá de nada haberlo hecho bien.

El Elo es otro motivo en el cual se fijan muchos jugadores y creen que es una verdad suprema, aunque como todo, nos aporta información, pero no es perfecta. Lo que sería perfecto sería un circuito de torneos y partidas mínimo mensuales o quincenales por Europa y por España, como sucede con el ajedrez. Tal volumen de partidas presenciales donde no existen trampas y en igualdad de tiempo, proponen unas conclusiones y un Elo acertado a cada jugador.

viernes, 19 de abril de 2019

Dans en Reversi Wars

Los niveles hasta el Dan 7

1 Dan


Teóricamente el primer dan se debería otorgar a quien tuviera un nivel certificable como de "Maestro", pero, ¿cómo se puede demostrar ese nivel? En Reversi Wars (RW a partir de ahora), nos encontramos con jugadores de 1 Dan que no conocen muchas aperturas básicas. No obstante, dicho nivel les debería valer como para poder ganar a alguien de 7 Dan, al menos una vez cada cierto tiempo.. sin embargo eso no suele suceder. Sí que es cierto que el Dan otorga un nivel de Maestría si atendemos a los números: Podemos ver en el ranking de Othello Quest/RW que los jugadores de 1 Dan o superior son el top 2000 de un total de más de 250.000 jugadores, lo cual no sería ni si quiera un 1%. Evidentemente hay que descontar múltiples nicks, con lo que podríamos estar hablando de un percentil de en torno al 2 o al 3% del total de jugadores.

2 Dan


El segundo Dan se debería otorgar cuando tal jugador gane su primer o segundo Campeonato oficial, tal y como sucede en otros deportes como el Karate. A pesar de ello, algunos torneos en Japón (Meijin) otorgan 2 o 3 Dans en función de los resultados. Pues es evidente que si competimos contra jugadores de 4 o más Dans y somos capaces de ganar a más del 50% de ellos, que nuestro nivel no puede ser ni por asomo de tan solo 2 Dans. 

3 Dan


La diferencia en este nivel se hace visible en las aperturas. En mi opinión, todo jugador con este nivel debe conocer al menos unas pocas aperturas hasta como mínimo el movimiento 15. Eso garantiza ganar con solvencia a los Maestros de los 2 niveles anteriores, y a la vez plantar cara a jugadores de un nivel superior. Aquí la diferencia se ciñe más bien en el juego final y algunos detalles del juego medio. Sin embargo, sí deberíamos afirmar que un jugador de 3 Dans, debe conocer,-al menos en teoría-, todos los trucos, secretos y técnica estratégica del juego.  Además, dichos jugadores deben conocer prácticamente casi todas las aperturas del juego, y algunas de ellas dominarlas con profundidad.

4 Dan


En RW la diferencia entre los jugadores de 4 Dan y siguientes, se estrecha mucho. Ya hay una diferencia casi abismal entre jugadores de 1 Dan, lo cual hace cuestionarse incluso si deberían considerarse Maestros tales jugadores. Los jugadores de 4 Dan ya apuntan alto: Mejores de su país (al menos temporalmente), y con perspectivas de ser los mejores (como consecuencia lógica de lo primero) de su respectivo continente, bien sea Asia, (Japón), EEUU o Europa. Son rivales realmente duros de batir en torneos, y podrían con suficiente tesón u ocasionalmente llegar a ganar a jugadores de 7 u 8 Dan.

5 Dan


Los jugadores de 5 Dan son por lo general jugadores veteranos. Son la evolución en años, de un jugador de 4 Dan, que ha visto como ha logrado el nivel de Maestro en pocos meses, pero sin embargo ha necesitado años para pulir su técnica a un nivel que le permita consagrarse como un jugador de 5 Dan. El jugador de este nivel, no solo es solvente en partidas en los múltiples torneos que ha tenido ya la experiencia de jugar, sino que es un muy buen jugador también de partidas rápidas, (incluso a 1 minuto). 

6 Dan


Nos vamos acercando al máximo nivel posible, a jugadores que podrían competir para quedar entre los 10 primeros del mundo. Muchos jugadores de 6 Dan han llegado incluso a quedar top4 del mundo en un World Othello Championship. En RW abundan los jugadores de esta categoría, siendo muy solventes no solo en aperturas avanzadas, (que suelen conocer mínimo hasta el movimiento 20/40) sino que además tienen un don especial para predecir y resolver finales con cierta solvencia. Suelen ser también por tanto rápidos tomando decisiones y maquiavélicos en sus estrategias. A este nivel se observa cierta infalibilidad: estos jugadores jamás cometen errores groseros, y no se despistan casi nunca. Es casi imposible ganarles por mucha diferencia.

7 Dan


Por último tenemos a los jugadores de 7 Dan, (aunque a la fecha de redacción de este artículo, no existían los jugadores de 8 Dan todavía). Lógicamente un jugador de este nivel tiene opciones serias de ser Campeón del mundo, (por ejemplo el Madrid en ganar la Liga de Campeones). La diferencia respecto del anterior nivel, radica en detalles de perfección. Suelen conocer directamente juegos completos de empate o derrota por la mínima, y llevan años practicando de forma tenaz y constante problemas de juego final y de aperturas, convirtiéndoles en rivales muy duros de batir para el resto.

viernes, 5 de abril de 2019

Dejarse ganar en campeonatos oficiales


Desde aperturas con un hipotético intento de 64-0, pasando por cierta desidia en el juego final... el othello, como todos los deportes, a veces da situaciones donde existe cierta disputa dudable. Y es que la primera vez que pensé que algunos jugadores podían dejarse ganar, fue en Barcelona en el 2013. Yo no tenía ni idea mucha idea de jugar, entonces, ¿cómo podía ser posible que estuviera a punto de ganar a ciertos jugadores? 

Lo primero es el hecho de descubrir/reconocer que el othello es un juego muy aleatorio. En el juego final los mejores jugadores también se equivocan, y una partida disputada puede terminar decidiéndose por detalles al final. Además, la suerte importa y también a veces un equipo del final de tabla puede ganar al Real Madrid. Así que años después simplemente llegué a la conclusión de que nadie con quién yo hubiera jugado, pretendía dejarse ganar. 

El segundo punto es más conflictivo y no estoy del todo seguro. Supongamos que viene un jugador nuevo al panorama del othello,  presentándose por primera vez en un torneo. Quizá no es muy bueno: ¿de verdad os gustaría ganarle pongamos 64-0? a mi me sabría un poco mal. Preferiría ganarle pero de una forma más ajustada. Aquí es donde entra mi teoría. Un jugador que se presenta a un torneo y quizá no sabe mucho, puede caer arrollado en todas las partidas y ni siquiera salvar 10 fichas en cada una de ellas. Pero los jugadores exprimentados, podemos hacer movimientos incorrectos al final a propósito, para tratar de ganar por menos diferencia. 

El objetivo de hacerlo, es simplemente fomentar el othello por encima de todo. Yo mismo me he planteado online dejarme perder ante jugadores Españoles por el hecho de que vean que todo es posible, aunque en muy escasas ocasiones lo he llegado a hacer. Así que simplemente ganando por 34-30 y dando la sensación de que el jugador novato es relativamente bueno, conseguimos fomentar el othello si dicho jugar vuelve a un evento en vivo, del mismo modo que volví yo. Por otro lado, dejarse ganar o perder discos puede influir en la clasificación final de dicho torneo, por lo que dicha estrategia es muy inusual llevarla a cabo en tales eventos. Por internet sí que ciertos jugadores llevan a cabo partidas menos precisas, con menos atención y a veces con interesantes retos sin obtener esquinas.

No obstante que una partida termine 34-30 o 35-29 es más fácil decirlo que hacerlo. Muchas veces no es tarea cotidiana conseguir ganar por poca diferencia, y si le das vidilla al rival, puede terminar ganándote.  No creo sinceramente que hayan jugadores que jueguen de tal modo, aunque no me parecería una locura. Lo que sí creo es que cuando alguien juega un torneo por vez primera, los demás jugadores no tienen ni idea de qué aperturas juega y si de verdad es bueno puede causar problemas, por lo que todo eso se traduce en un juego muy conservador por parte de sus rivales. Hablando mal: "nadie quiere perder con el novato", y eso da al final resultados ajustados. Mirando más allá, a mi no me gustaría que nadie se me dejara ganar. Sería un deshonor. Prefiero perder mil veces pero no ganar mal.  Igual que a mi no me gusta que alguien se me rinda, es posible que a otros jugadores tampoco les guste. Debe ser  un juego 100% limpio por ambas partes.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Máximo Respeto al rival

En todos los sentidos

El otro día vi un vídeo por Youtube de Takanashi, (no me apetece buscarlo ahora mismo, [me habéis pillado, lo vi hace meses]) en el que jugaba contra varios rivales random, (también japoneses). Parecía que dichos rivales no tenían mucho nivel. Su vídeo mítico del handicap con 3 laterales sí lo voy a compartir aquí por ser épico. Sus skills también evidencian cierto respeto incluso en esos juegos donde compite contra rivales de un nivel muy inferior. 

A partir de aquí: me llamó la atención lo que tardaba en jugar al inicio contra ciertos rivales teóricamente de un menor nivel. Aperturas a parte, me gustó que respetara tanto al rival como para no fiarse un pelo y no jugar rápido. Durante mucho tiempo, cuando he jugado con rivales teóricamente inferiores que yo, no he sido capaz de dar mi mejor nivel. Aquí sucede una cosa algo peligrosa: Puedo decidir que el juego esté ganado a partir de un movimiento, para entonces jugar rápido y liquidarlo cuanto antes. El objetivo no solo es no perder mi tiempo, sino evitar ser insultado por un rival irrespetuoso que a menudo cree que tiene el juego perdido. No han sido pocas las veces que sin embargo, he terminado perdiendo yo el juego por jugar rápido con ánimo de que mi rival no se molestara. Las 3 horas esperándome a veces en Playok me han llevado a jugar rápido los juegos finales con el objetivo de que mi rival no abandonara y se fuera, y así poder jugar más veces con él. La lógica es rentabilizar las 3 horas de espera para poder jugar más partidas. 

Durante un tiempo, anotarme los errores me ayudaba a no cometer estos otros errores: aunque fuera ganando, un error valía lo mismo a efectos de la estadística, por lo que debía terminar igualmente bien. Emulando también a Takanashi u otros jugadores: trataba de ganar por mayor diferencia, algo también útil en torneos. Sin embargo, en el turbio mundillo esquizofrénico de ciertos jugadores de Playok, jugar lento cuando,-según ellos-, el juego está ganado, es una falta de respeto por tu parte, porque debes terminar rápido. 

Nada más lejos de la realidad: el respeto se mide por no meter prisas al rival en posiciones cuestionables. Una vez otro jugador argentino me dijo que yo solo jugaba contra rivales débiles. Él faltó al respeto a todos los rivales contra los que yo había jugado, pero una vez más evidenció que debemos ser capaces de detectar estas sutiles faltas de respeto (no solo hacia nosotros) para no contestar. Pues mi contestación antes de ganarle de: "¿Cuando hablas de rivales débiles te incluyes a ti?" provocaron que me dijera cosas relativas a una concha. Es mejor no contestar a un irrespetuoso, nunca.

Volviendo con Takanashi: que lo ví jugar contra rivales de mucho menor nivel y se plantaba fácil 5 minutos pensando en ciertos movimientos. Cuando ya la tenía ganada 64-0, era asombrosa su velocidad, pero no antes. Conociendo aperturas, debemos conocer cuando plantarnos, cuando saber que no nos sabemos la apertura. A veces hay que tener algo de humildad para reconocer que nos la han vuelto a colar y no nos la sabemos, pues es habitual que nos suceda si no la estudiamos con habitualidad. Incluso en juegos a 1 minuto debemos reconocer en qué momento debemos usar esos 15 o 20 gloriosos segundos para pensar.


La clave precisamente de Yusuke es que trata con respeto a cualquier jugador, independientemente del nivel o presunto nivel que tenga. Estoy convencido de ello. Jugar sin sesgos es muy positivo en el othello, y ese sesgo es uno más. Cada partida es diferente, y no debe afectarnos el parcial cosechado contra cierto jugador, bien sea a favor o en contra. 

Aun así me sucede que entra un jugador con el que jugué hace poco y recuerdo cómo jugó. Evidentemente me gustaría jugar contra rivales mucho más fuertes que yo, y para eso tengo EOthello, pero aun así me sigue gustando Playok porque puedo jugar a 20 o 30 minutos. Entonces, ¿qué hago? ¿le pido que se vaya? ¿le digo que no me apetece jugar con él? ¿soy irrespetuoso yo? ¿abro la partida con limitación a 1500 puntos y me espero 12 horas para jugar como me pasó un día? (ese día me fui a la cama sin jugar, y bastante cabreado por cierto, no sabéis lo que es estar 12 horas delante del ordenador haciendo el tonto esperando a que entre alguien a jugar y terminar acostándote sin jugar...) de hecho cuando llevo más de 1 hora esperando, estoy ya haciendo otras cosas, o tan desesperado por esperar, que juego hasta mal. 

A ver si un día de estos repesco una captura con unos 25 abandonos seguidos, de 25 jugadores diferentes. Cuando juego rápido y gano, el jugador que pierde, vuelve otro día a jugar conmigo, pues le apetece hacerlo a pesar de perder. Sin embargo, cuando le hago abandonar y se va, es menos probable que vuelva. En entornos donde me espero a veces horas para jugar, me interesa que los jugadores vuelvan a jugar conmigo, y que no renuncien. Así, ya hay bastantes en Playok que no juegan conmigo, no por mi, sino por mis contadores de tiempo. Aun así, y como la gente a menudo prejuzga mal, seguro que a más de uno le caigo mal por dedicarle mucho tiempo a mis partidas. Otros hablan durante el juego, siendo también irrespetuosos, especialmente cuando ofrecen ciertos comentarios. 

Hablar en una partida con tiempo, salvo que estemos entre amigos en un juego informal, no me parece del todo respetuoso. Más adelante le daré más salida a esto en el blog: pero un jugador puede simplemente hablar o tratar de entretenernos cuando él considere que debe hacerlo, del mismo modo que más de uno me ha dicho que considera que tiene un "easy-win" si jugara con mi color. -Claro que sí guapísimo: si fuera tan fácil conseguir un easy-win como tú dices, ¿por qué no lo has hecho contra mi? respeta que te haya ganado, haz autocrítica, y la próxima vez hazlo mejor, y déjate de "boludeces". "Easy-win", otra expresión del mundo del othello que no me gusta, probablemente copiada de algunos arrogantes que hay por Playok. Hay ciertas expresiones que no me las imagino de labios de un japonés, y que creo que son algo desafortunadas. En el othello, no creo que haya easy-win casi nunca, especialmente si tu rival sabe jugar un poco. Otra cosa es que no hayan combinaciones posibles de perder un juego, pero eso no significa ni mucho menos que la partida haya sido fácil para el jugador que la ha logrado, igual que Takanashi antes está pensando concentrado y el 64-0 no le aparece como por arte de magia. 

Debemos tener en cuenta una cosa y solo una: Cuándo debemos detenernos porque no nos sabemos la apertura. Si no lo hacemos, un movimiento en falso servirá para brindar nuestra cabeza en bandeja de tablero de othello a nuestro rival. Por absurdo, yo tenía una segunda cosa en cuenta: Cuando dar el juego por ganado y empezar a jugar rápido (y mal). Tal vez más inconscientemente, esta segunda opción es la más negativa de mi propio juego, a la que le voy a poner voluntad de corregir. Cuando haces eso, pienso que incluso no respetas en parte al rival, a pesar de que muchos piensen lo contrario. Tu pena: perder tal vez juegos que no mereces. Hay quizá aquí un tercer factor de falta de respeto que los lectores más locuaces sabrán apreciar o habrán detectado ya: Jugar una apertura que no dominas contra un rival inferior podría ser también ventajista o irrespetuoso. Empezarías el juego sesgado directamente, y este es el motivo por el cual yo siempre juego las mismas aperturas. Trato a todos por igual, aunque las suelo cambiar o bien para practicar o bien porque me han ganado. Si me ganan tengo la costumbre de cambiar la apertura, aunque me hayan ganado en el juego final y resulte evidente que el opening no tiene culpa. Otro problema es acordarme de si he perdido con esa apertura... De nuevo echando un vistazo a juegos de Takanashi y otros compañeros japoneses suyos, detecto que utilizan el mismo patrón que yo. No variar aperturas más que para practicar o por si antes han perdido, por eso en torneos veremos en general pocas variaciones, y por eso de nuevo la reticencia de ciertos jugadores en que se compartan las transcripciones de torneos. 

En resumidas cuentas: que el tiempo de espera se ha convertido en un handicap importante en el othello. Cuando he jugado intentando aprovechar mi tiempo y jugando bien a pesar de ganar el juego, además de insultos y renuncios veía que muchos jugadores ya no jugaban conmigo más. Así fue como hace poco más de un año me planté esperando unas cinco horas en Playok, y sin limitación de Elo. Ningún jugador de cierto nivel quería jugar conmigo una partida larga. Creo que en parte no es comprensible si luego juegan durante una hora, ya que el argumento que suelen dar es el de que no tienen tiempo. Una vez más; los juegos rápidos lo devoran todo. 

Así fue como me hice un nuevo nick porque nadie entraba a mis partidas. Pude volver a jugar sin esperarme tal vez 5 horas, entonces, en vez de dar una patada al jugador anónimo (no juego con nicks invitados ya que suelen insultar o ser jugadores de +2100 puntos de Elo camuflados, pero que tienen miedo de perder puntos si pierden el juego ya que para ellos los puntos lo son todo en su vida), empecé a intentar ser lo más respetuoso posible con todos los jugadores. Desmotiva jugar contra un jugador que, sin mirar el Elo, sabes que te hará cosas horribles en la apertura y que no vas a poder mejorar tu opening con él, ni vas tal vez que a tener que pensar ciertas cosas. Aun así: hay que jugarle como si fuera bueno. Jugar contra programas estoy seguro de que puede ayudar en esto, aunque lo veo tan aburrido...


De este modo y con objetivo de ser respetuoso, he conseguido reducir el tiempo de espera en mis partidas, aunque, a fecha de Junio del 2018, he acabado rápido todos los juegos que he considerado ganados. El resultado ha sido favorable: he tenido que esperar de media tan sólo media hora para jugar, aunque con jugadores de quizá un nivel bajo. Si no me interesa jugar con ellos y aunque suene cruel, tal vez es más interesante dejar que abandonen, se vayan, y por desgracia no vuelvan. Sin embargo al terminar rápido los juegos también se han evidenciado mis propias carencias y mi inutilidad para terminar decentemente y de forma rápida y correcta los juegos. De las primeras 100 partidas disputadas con mi nick "Sergio", resulta que he perdido 8 y he empatado 4. De las 8 derrotas, 3 son tramposos que se registraron un nick exclusivamente para hacer trampas contra mi (solo jugaron contra mi y no volvieron a jugar contra nadie y registraron el nick el mismo día que jugaron contra mi), de ahí mi criterio de llevar al menos 1000 partidas jugadas, pero, amigos... eso se traduce en una hora de espera de media, ya no la tan ansiada media hora.

Así que de las 8 derrotas, 3 son tramposos, 2 son merecidas, y 3 son por intentar jugar rápido al final y liarla en juegos que tenía ganados y pude ganar sobrado de tiempo. De los 4 empates, también en 2 podía hacer más, insisto, en más de 10 minutos que tendría de tiempo. Gestionar el tiempo que tienes es importante, aunque por mail una vez me comentó un responsable del WOF que eso no es importante, que el tiempo es una regla para delimitar las partidas. Entiendo su posición, pero no estoy para nada de acuerdo. Cada jugador debe decidir como gestiona su tiempo, si mueve más rápido o más despacio. Si no mueves hasta estar seguro al 100%, en algún momento te tendrás que preguntar si podrás terminar el juego. Comprendo que ciertos jugadores no son amigos de pensar mucho, y simplemente siempre acaban muy sobrados de tiempo, pero luego no es raro que les suelten a un "Suekuni" y terminen palmando el 100% de las veces. Contra ciertos jugadores, (especial y lógicamente contra jugadores superiores a ti) si no das el 100% de tu tiempo, no vas a tener opciones reales de ganarles. Es como pretender resolver un sudoku u otro tipo de problema o examen complicado en menos tiempo del habitual, simplemente no vas a poder. La mentalidad de discriminar y desagregar: "contra este juego rápido/contra este juego lento" simplemente se traduce en un juego caótico, muy variante y generalmente malo, especialmente cuando juegues contra quién tu consideres que debes jugar rápido, pero incluso también contra quién consideres que debes jugar lento, bien porque no estás acostumbrado o bien porque cuestan mucho de corregir ciertos hábitos. De ahí mi teoría de que siempre debes hacer lo mismo: o juegas rápido o juegas lento, pero si lo haces rápido debes saber que no vas a poder ganar a ciertos jugadores, incluso aunque contra ellos juegues lento, porque estarás acostumbrado a otro ritmo y la partida se te dará mal. Por eso yo opino que lo correcto, es apurar el tiempo y jugar despacio. Aquí entramos en la lógica de que ciertos jugadores se ponen muy nerviosos cuando el tiempo se les acaba, o les da pánico ver una bandera. Precisamente por eso este juego es maravilloso: debemos reconocer que es un juego y ponernos nerviosos es natural y normal, y forma parte del disfrute, no sucede nada si se gana o se pierde, es solo un juego. El fútbol es maravilloso porque ofrece sensaciones, felicidad, tristeza, y muchos nervios a veces... lo mismo sucede con una buena película: un buen film es el que te hace ponerte nervioso, tener sensaciones, lo disfrutas incluso más. Podemos jugar como robots al othello o eludir los nervios, pero controlados, no son negativos, y jugar al borde del tiempo a menudo es más divertido. (Aquí hay muchas estrategias, ciertos jugadores por ejemplo intentan llevar el contador de tiempo parejo al de su rival). Solo podemos reprocharnos algo si no hemos dado lo máximo, y lógica y matemáticamente, no vamos a dar lo máximo si nos sobran 5 minutos de por ejemplo 20. ¿Que ganamos sin dar lo máximo? Genial, pero en algún momento tendremos que darlo y no podemos pedirle a un futbolista que de el máximo nivel en una final si no lo ha dado durante toda la temporada.. tampoco nos lo podremos exigir a nosotros.

De modo que ahora, en vez de echar al jugador, le requiero que entre con 1000 partidas o con su nick principal. El inconveniente de hacer esto, y aunque he conseguido que ciertos jugadores me hagan caso, es que debo repetir lo mismo una y otra vez varias veces al día, casi durante una hora. Echar al jugador indeseable, aunque tal vez no era la mejor opción, sí era la más rápida y eficiente. Al fin y al cabo, quién no se esconda o no hiciera cosas raras como crearse un nick el mismo día para jugar contra mi, sí podía jugar conmigo. Valoré también dejarles 1 mes de gracia, y jugar con quién tenga un nick de más de un mes: el problema, que mientras lo miro, son culos de mal asiento y se largan. En Playok muchos jugadores van con un ataque de ansiedad nivel SamPaoli perdiendo Argentina 3-0 contra Croacia y si no aceptas el game en los primeros 2 segundos, simplemente se impacientan y se van a otra partida. Ni qué decir tiene que cuando llevas 1 hora esperando, eso fastidia bastante. 

Así que en la práctica no me da tiempo de mirar cuando se registraron, y por otro lado me da pereza repetir lo mismo una y otra vez, aunque gracias a mi nivel mecanográfico y a los copy-pastes, es lo que haré de ahora en adelante. Seré respetuoso con quién desee jugar conmigo, con mis normas: los 20 o 30 minutos en algunos casos. A veces: disfrutando del tablero que me regalaron y tardando por tanto más en mover. Respetar es precisamente eso, comprender la posición de otra persona que no estás viendo y no sabes qué está haciendo o como se puede tomar las cosas. Desde esa posición, resulta incluso más sencillo mejorar nuestro juego y volvernos mucho mejores jugadores. Actualmente, no conozco a ningún jugador de gran nivel que sea también un gran gilipollas. Y conozco bastantes.