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miércoles, 25 de abril de 2018

La obsesión y el othello - Parte III


Parte II: "Psicológicamente, (e incluso psiquiátricamente), está demostrado que el cerebro no puede soportar demasiado estrés durante demasiado tiempo. Termina por colapsar. Estrés, depresión, insomnio o psicosis, son, (de menos a más) los síntomas más negativos de un cerebro que busca a la desesperada una salida a esa situación. No es casualidad pues, que en la antigua tortura china, los ejecutados se desmayaban y perdían el conocimiento, cuando el cerebro no podía soportar más tensión. En la vieja tortura española de la bella durmiente, (torturar a un preso sin dejarle dormir durante días) la muerte se producía por suicidio del reo al no poder soportar esa situación. Estudios demuestran que ese tipo de torturas mentales eran las más dolorosas con diferencias, superiores a cualquier otra cosa física que nos podamos imaginar. Es importante tener esto en cuenta, porque nos ayuda a hacernos una idea de como el cerebro trata de escapar de determinada situación, incluso aunque no nos demos cuenta de ello. El papel que juegan los fármacos hoy en día, maquillan pero no solucionan el problema, la obsesión por el othello no es buena, la obsesión en general, no es algo de lo que alguien deba enorgullecerse. Otro apunte: jugadores obsesionados son candidatos a ponerse extremadamente nerviosos en un evento presencial, motivo por el cualo directamente no participan. Les frutra demasiado ver que su nivel baja en una partida en vivo, no lo comprenden y directamente la contradicción se apodera de su inconsciente: por un lado juegan y juegan más y más partidas online, pero por otro no sienten un especial interés por hacerlo en vivo. Esto es negativo para el othello en general."

Entonces, ¿cómo sabemos si somos víctimas de una obsesión? de nuevo, en base a mi experiencia personal y al concepto del tiempo, creo que podemos hacernos una idea. Jugar un día quizá 16 horas seguidas desde luego, no es malo. Jugar 2 días 16 horas seguidas, tampoco. Jugar 4 días seguidos 16 horas, empieza a ser un problema. Por otro lado, jugar un poco rato al othello al día, desde luego no debe ser un problema. La mayoría de la gente lo hace y no tienen mayor inconveniente. Aquí me he fijado en lo que considero una mayoría de gente sana (quizá el 70-90% de la población de sites web de internet) comparando conductas de estas personas respecto de aquellas que en cambio pasan mayor tiempo conectados. No es sorprendente pues, comportamientos más apáticos e inlucos irrespetuosos de personas que pasan mayor tiempo seguido a diario jugando, hasta el caso de jugadores que me han confesado su psicosis pero que por otro lado son incapaces de renunciar a sus más de 8 horas diarias de othello. Aquí evidentemente comprenderá el lector que no voy a revelar nicks ni nombres personales. 

Yo pongo la cota en las 3 horas diarias. ¿Significa esto que si jugamos 3 horas al día y 10 minutos estamos en riesgo? Claro que no, de ahí la dificultad de medirlo realmente. Incluso creo que la obsesión en el othello juega 3 papeles fundamentales, pero no solo la obsesión del othello sino una obsesión en general. A falta de leer más bibliografía al respecto, me atrevo a afirmar: 1- La obsesión se mide en función de las horas netas (o con el 100% de conciencia de aplicación) empleadas en dicha actitud obsesiva, 2- La obsesión se mide por las horas brutas que dedicamos a la obsesión, es decir, en los ratos, minutos u horas que pasamos durante el día pensando en dicha obsesión sin efectivamente ejecutar la conducta material, y 3- La obsesión se mide también por el conjunto de otros quehaceres, hobbies, habilidades, trabajo o recreos que llevemos a cabo durante el día. Voy a poner varios ejemplos.


Un ejemplo que siempre me viene muy bien en estos casos es el de los casinos, más aun hoy en día que podemos apostar en cualquier página web. Las casas de apuestas, conocedoras de la debilidad de muchos jugadores, en un anuncio de una conocida casa de apuestas, sale un jugador apostando...¡en el trabajo! el eslógan es: "desde cualquier sitio...". Este anuncio me va perfecto para ilustrar de alguna manera lo que trato de explicar en este artículo, no es casualidad pues que los publicistas son muchas veces grandes psicólogos y conocedores de los puntos débiles de sus potenciales clientes. 

1- Un jugador que esté enganchado a la ludopatía o a las apuestas online, seguramente dedicará muchas horas al día a ello. Esas serían sus horas netas. 2- Un jugador ludópata estará pensando durante otros momentos del día, en qué apostar aunque en dicho momento no pueda hacerlo. En casos extremos, como en el anuncio, apostará en el trabajo a través del teléfono móvil sin que su jefe lo detecte, o se irá al lavabo a hacer una apuesta sin que nadie lo vea, en el othello podría irse al baño a jugar una partida rápida. Son las horas brutas en las que no está efectivamente jugando o apostando, pero que está pensando en ello. Y 3- Un ludópata por lo general no tiene aficiones diferenciables respecto de su hábito. Es habitual que alguien esté enganchado al bingo, al poker o al blackjack simultáneamente, pero no que también esté por ejemplo enganchado al ciclismo o al othello. Es decir: si únicamente tenemos un hobbi o afición: el othello, tenemos más papeletas para obsesionarnos con el othello. Lo cual no quiere decir que el tener muchas aficiones nos hace inmunes, pero es lógicamente más difícil estar obsesionado durante todo el día en una misma cosa si por definición lo que nos obsesiona no es una misma cosa. En un caso extremo yo creo que se llega a cierto equilibrio, pero no hay estudios reveladores al respecto. Yo creo que estar obsesionado con varias cosas a la vez, hace al final como una especie de compensación de equilibrio y que suaviza más las obsesiones compensándolas con otras distintas.

Aquí creo que lo más importante es ser conscientes del siguiente razonamiento: 1- Jugar muchas horas a un juego puede implicar que afecte en las horas brutas, 2- Jugar muchas horas a un juego hará que pensemos involuntariamente en él. Yo sigo insistiendo con el límite de las 3 horas. El cerebro, a parte de dormir, sigo pensando que no puede estar activo durante todo el día al 100%, de ahí que tengamos que hacer actividades relajadas. Jugar al othello lo es, pero debemos controlar realmente qué efectos nos produce. 

Lo más importante es el rato que estamos pensando en el othello y no estamos efectivamente jugando. Si por ejemplo jugamos 2 horas al día pero no estamos pensando constantemente en que llegue ese momento para poder jugar, vamos bien. Yo comprendí de la importancia de las horas brutas o muertas cuando debía esperar en Playok hasta 3 horas para jugar. Cuando abría a limitación de 1500, estaba 3 horas en las que efectivamente no estaba jugando. Pero me obsesionaba porque sí estaba esperando. Aunque hacía otras cosas mientras esperaba, inconscientemente estaba pendiente de esperar en esa partida. Por tanto, no solo debemos tener en cuenta las horas que jugamos, sino el rato que dedicamos sin estar al 100%. Plataformas como eOthello u Othello quest reducen los tiempos de espera 0 en muchos casos, de ahí uno de sus aspectos más positivos.

Supongo que psicológicamente todo esto tendrá un nombre más técnico. En mi caso también me gusta el fútbol y jugar a videojuegos. Es evidente que cuando lo hago ni me acuerdo del othello. Si me acordara, podría tener un problema. Tener otras aficiones, ayuda a que no nos obsesionemos tanto, pero como en la vida, las aficiones que tengamos es algo muy personal y no a todas las personas les apetece iniciar nuevas actividades o aprender a hacer otras cosas, algo que sin duda destaco como clave para no obsesionarse especialmente con el othello.

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