Páginas

viernes, 26 de abril de 2019

Excusas

Una de las características del mal perder de muchos jugadores de othello, ha sido el hecho de poner pegas, excusas u objeciones a sus derrotas. Las excusas ante una derrota, pueden ser prácticamente infinitas, como sucede en cualquier disciplina, sin embargo sí he detectado 2 argumentos que tienden a repetirse y que son comunes diría a la mayoría de jugadores de othello. Anular estas excusas, evitar nombrarlas o señalarlas como culpables de una derrota, fueron razones que me permitieron convertirme en mucho mejor jugador. Paso más al detalle. 

1- Hace trampas. Diría que es la excusa más habitual, utilizada especialmente en juegos online. Aquí hay muchos puntos a comentar, y el análisis de esta excusa podría en si misma ocupar otro artículo. Una de las consecuencias que me ha pasado desde que intento no acusar jamás de trampas, es el hecho de quedar como un tonto cuando las trampas son demasiado evidentes. Sin embargo, en la mayoría de casos esto no es así, de modo que corrigiendo este defecto, he conseguido quedar por encima  como persona,-que es lo más importante-, de hipotéticos tramposos. Así que ciertos argumentos lógicos apuntan lo siguiente: puedes tener sospechas, incluso un 99% de fundamento de que ha hecho trampas, pero como no estás 100% seguro, más vale no decir nada nunca, porque si fallas por ese 1% de que pueda ser que haya jugado legal, estarás quedando como un imbécil al acusar a alguien de tramposo sin que éste lo sea. Solo por la humillación que representa acusar a alguien de tramposo sin serlo, vale la pena no acusarlo. De nuevo, haga trampas o no, tu comportamiento es noble, elegante y digno. Incluso si tu rival hiciera trampas, la carga de la responsabilidad de tal ruín acto, recae sobre él. Me vino bien aquí recordar las muchas veces que me acusaron a mi de hacer trampas sin haber hecho, y aun siempre habrá gente que me acuse de ello. Ellos quedan mal conmigo y quedan mal consigo mismos. Entender el juego como algo objetivo sirve para aprender de él, al analizar la partida tras una derrota siempre podemos aprender, nos hayan hecho trampas o no. Cuando alguien me acusa de hacer trampas no puedo evitar sonreir y vislumbrar a mi oponente como alguien que se autointerpreta como ciertamente ridículo.

Para mi tampoco fue fácil superar este punto. Durante años, he jugado en internet, donde hay muchos tramposos. Tramposos que se ceban especialmente con jugadores oficiales, o jugadores respetuosos porque les gusta más trolearles. Cambiar conductas de pensar inconscientes que llevamos años haciendo, es algo súmamente difícil, y un reto apasionante. Sin embargo, cambiar esta forma de pensar no solo nos convierte en mejores jugadores, sino en mejores personas. E insisto: es difícil. Perderemos juegos y pensaremos: "no puede ser, no tiene este nivel, ¿habrá mirado el programa?" Los teléfonos móviles no ayudan, ya que hoy en día ya no solo hay 1 programa o 2 con el que poder hacer trampas, sino decenas. Antiguamente el Zebra no era tan conocido, y era más raro, pero hoy en día en cambio es algo más habitual, lo que hace que nuestras sospechas aumenten, pero no por ello debemos consentirlas. Las trampas han sido también en mi opinión uno de los motivos principales de que no hayan cientos de jugadores en torneos. Un jugador víctima de un tramposo puede no participar en un torneo porque siente que no da el nivel... pero un jugador que sea un tramposo habitual, también se sentirá más cohibido a la hora de jugar un evento de estos, especialmente en una comunidad pequeña donde se puede intuir quién es, y donde en el torneo le van a preguntar por sus nicks online. 

Así que del anterior párrafo deducimos que las trampas perjudican mucho más al que las hace que al que las recibe. Pensar en ello nos va a ayudar a mejorar, a no acusar de trampas y a potenciar nuestro juego. No importa si nos han hecho trampas: lo importante es el juego. Lo importante es mejorar. El tramposo queda en ridículo consigo mismo, se limita como jugador, y se autoinsulta. La respuesta ante un tramposo debe siempre ser respetuosa, y nunca acusatoria. Diría que es importante que ni pensemos si ha hecho trampas. "Es bueno", punto final. Por ahí iban dirigidos mis comentarios a ciertos jugadores, donde les preguntaba por jugadas. Normalmente los tramposos suelen ser tan mediocres como para no conocer el juego, así que es usual que no comenten jugadas, básicamente porque no saben. Es gracioso ver a tramposos "mudos" en un juego online, y este ha sido otro motivo por el cual me ha gustado siempre hablar con mis rivales, (usualmente después del juego, durante solo contesto si me hablan). Si no puedes chatear con tu rival, no tiene gracia jugar online, podría jugar con el programa. Y aunque hay jugadores mudos que no hacen trampas, los que sí las hacen no suelen hablar, por lo que siempre aconsejo intercambiar unas palabras. 

2- No me ha dado tiempo. Esta excusa cae por su propio peso si nuestro rival dice lo mismo, ya que ambos tenemos el mismo tiempo. Sin embargo, puede tener sentido en juegos a 1 Minuto, donde el tiempo es tan corto, que un jugador puede volverse experto en jugar a algo que no es el othello, sino un juego donde haces un push (jugar rápido aunque mal) para desconcertar al rival. De nuevo, los juegos a 1 minuto han provocado que no participen muchos en torneos, y curiosamente, han sido los jugadores habituales a 1 minuto los que han sido víctimas de su propio juego. El problema es cuando se unen los puntos 1 y 2, y un tramposo nos mete un parcial de 50 a 0 jugando a 1 minuto. Puede también destruirnos a nosotros como jugadores, pues creeremos que no vale la pena jugar un torneo contra gente tan buena. Ese es el motivo por el que deberíamos controlar nuestros juegos, y ponernos un tope en cada sesión, aunque es una norma que casi nadie hace, la mayoría de la gente juega a placer, o a ratos.

Personalmente, esta excusa ha sido la que más he utilizado. Creo que más correcto sería decir, que un tiempo corto de partida perjudica a ambos jugadores. Es un punto muy debatible, y me gustaría leer comentarios en mis artículos al respecto. Sin embargo, la comunidad de othello no es muy grande, y a la fecha de publicación de este artículo, en cuanto a extensión, mi blog será ya el más grande de todos, (seguramente no el más bueno, a mi me sigue encantando el de Jorge o el de Fabrício). Con el tiempo corto en torneos se busca jugar más juegos, y evitar así una partida a 40 minutos donde un rival estaría muy incentivado a prepararse la apertura. Sin embargo, no siempre se consigue jugar muchas partidas.

3- Ha tenido suerte. Esta excusa me la quité de la cabeza bastante rápido. A veces ganaremos nosotros 33-31 y otras veces perderemos. Sin embargo algunos jugadores consideran mala suerte perder por 33-31. El problema de considerar mala suerte este resultado y creértelo, es que cuando coseches demasiados 33-31 en contra, empezarás a pensar seriamente que eres un desgraciado. En última instancia, dejarás de jugar, como han hecho ciertos jugadores buenos que prefiero no mencionar. La historia del othello está llena de jugadores frustrados que han dejado el juego por temporadas por no ganar, o no obtener los resultados deseados. No saber encajar todas estas situaciones que vengo comentando son clave para que dicho jugador no desaparezca.

Un jugador que siempre pone excusas exteriores a sus derrotas, será un jugador que no encontrará la excusa número 1 en un torneo, y que no comprenderá muchas cosas del juego, haciendo que simplemente decida dejar de jugar. El no comprender como funciona el juego, hará que culpemos de nuestras derrotas a otros factores. La suerte puede ser un factor en un juego final, pero otras veces te sonreirá a ti.

Lo complicado es asumir la responsabilidad de la derrota: "lo he hecho mal, voy a mejorar". Podría nombrar a jugadores que piensan de esta manera y que han experimentado una mejora bestial en su juego. Hay que hacer más autocrítica, y pensar en como lo hemos hecho, no importan las trampas o el tiempo, solo nuestro juego. Si de algo me ha gustado parecerme a los jugadores japoneses, es ver las pocas veces que ponen objeciones a sus derrotas. Habrá de todo, pero detecto en ellos mucha menos crítica externa y más autocrítica, constituyendo otra de las muchas cualidades que les hacen ser mejores jugadores. Que estén tan arriba en el ránking, no es casualidad, y no es solo porque jueguen más desde pequeños.

Como técnica psicológica: al perder un juego repetir mentalmente: "más autocrítica", 10 veces. Después acudir a analizar el juego. Os ayudará. Otro factor que no ayuda es el hecho de crecer como jugadores, y es que según nos vamos volviendo mejores, el ratio de victorias contra cualquier rival puede alcanzar el 90%, por lo que una derrota será lógico y normal que nos sorprenda, porque no es lo usual. Algunos le llaman tener humildad, o no tener mucho ego, eso también nos va a ayudar a gestionar este tipo de situaciones. Debemos recordar que si nos duele perder, es porque perdemos pocas veces, y porque pocos son los agraciados que nos logran ganar, y eso es bueno. Ver los saltos de alegría y gritos de un rival que nos ha ganado no debe ofendernos, sino honrarnos, pues son los mejores halagos a nuestro gran nivel. Como último apunte, debemos evitar que nos duela e incluso nos moleste perder. Si conseguimos esto último, alcanzaremos un nivel de juego terrible, dando realmente el 100% de potencial, pues jugaremos sin miedo. Jugadores que no tienen nada que perder son a menudo jugadores temibles, y es otro rasgo característico del juego nipón, muy acorde a su cultura y el legado samurai. 

Otra forma de pensar típica que comparten jugadores que suelen poner excusas es el hecho de valorar como un dato objetivo, irrefutable y cierto, los resultados entre ellos y otro rival. Por ejemplo, muchos jugadores creen que un parcial de 20 a 1 en contra o a favor, refleja la verdadera diferencia de nivel entre ambos jugadores. Aunque lógicamente es cierto que puede ser que uno de los jugadores es más bueno que el otro, a menudo la diferencia no suele ser tanta. Estas diferencias son más relevantes en juegos por ejemplo de 15 a 5, donde si eres un poco tonto, podrías hasta afirmar que eres "el triple" de bueno (o de malo). Sin embargo un parcial de 15 a 5 puede esconder 4 juegos remontados para el que ha ganado 15, en caso contrario el parcial ser reduciría a 11 a 9. No oculta que uno de los 2 es mejor jugador, pero la diferencia está algo sesgada.

Una de las cosas que primero hay que aprender en el othello es a no fiarse del resultado. Hay que analizar el juego y determinar como se gana o como se pierde. Esa es la clave de todo para mi.  Aunque es difícil determinar un movimiento a partir del cual cambia todo, si íbamos ganando en el juego final y perdemos, la partida la deberíamos haber ganado, somos en teoría, mejores jugadores que nuestro rival, lo que sucede en la práctica es que hemos perdido. Estas situaciones se pueden repetir e incluso maximizar en juegos rápidos, (eg: juegos de menos de 25 minutos).

Volviendo al símil del fútbol o cualquier deporte. Si dominamos un partido y creamos ocasiones de gol pero el rival ha anotado en el minuto 90 y hemos perdido, ¿somos peores? El partido lo perderemos, con consecuencias negativas para un título, pero eso no significa que seamos peores. Con el othello sucede lo mismo, debemos valorar toda la partida en su conjunto, y no solo el resultado, que en muchas ocasiones será justo, pero en otras no. Aun así, no debe ser tampoco una excusa: lo único que pretendo aclarar aquí, es el hecho de no darle importancia a los resultados y sí valorar más bien la partida, aunque es evidente que perderemos por un error, y que no servirá de nada haberlo hecho bien.

El Elo es otro motivo en el cual se fijan muchos jugadores y creen que es una verdad suprema, aunque como todo, nos aporta información, pero no es perfecta. Lo que sería perfecto sería un circuito de torneos y partidas mínimo mensuales o quincenales por Europa y por España, como sucede con el ajedrez. Tal volumen de partidas presenciales donde no existen trampas y en igualdad de tiempo, proponen unas conclusiones y un Elo acertado a cada jugador.

viernes, 19 de abril de 2019

Dans en Reversi Wars

Los niveles hasta el Dan 7

1 Dan


Teóricamente el primer dan se debería otorgar a quien tuviera un nivel certificable como de "Maestro", pero, ¿cómo se puede demostrar ese nivel? En Reversi Wars (RW a partir de ahora), nos encontramos con jugadores de 1 Dan que no conocen muchas aperturas básicas. No obstante, dicho nivel les debería valer como para poder ganar a alguien de 7 Dan, al menos una vez cada cierto tiempo.. sin embargo eso no suele suceder. Sí que es cierto que el Dan otorga un nivel de Maestría si atendemos a los números: Podemos ver en el ranking de Othello Quest/RW que los jugadores de 1 Dan o superior son el top 2000 de un total de más de 250.000 jugadores, lo cual no sería ni si quiera un 1%. Evidentemente hay que descontar múltiples nicks, con lo que podríamos estar hablando de un percentil de en torno al 2 o al 3% del total de jugadores.

2 Dan


El segundo Dan se debería otorgar cuando tal jugador gane su primer o segundo Campeonato oficial, tal y como sucede en otros deportes como el Karate. A pesar de ello, algunos torneos en Japón (Meijin) otorgan 2 o 3 Dans en función de los resultados. Pues es evidente que si competimos contra jugadores de 4 o más Dans y somos capaces de ganar a más del 50% de ellos, que nuestro nivel no puede ser ni por asomo de tan solo 2 Dans. 

3 Dan


La diferencia en este nivel se hace visible en las aperturas. En mi opinión, todo jugador con este nivel debe conocer al menos unas pocas aperturas hasta como mínimo el movimiento 15. Eso garantiza ganar con solvencia a los Maestros de los 2 niveles anteriores, y a la vez plantar cara a jugadores de un nivel superior. Aquí la diferencia se ciñe más bien en el juego final y algunos detalles del juego medio. Sin embargo, sí deberíamos afirmar que un jugador de 3 Dans, debe conocer,-al menos en teoría-, todos los trucos, secretos y técnica estratégica del juego.  Además, dichos jugadores deben conocer prácticamente casi todas las aperturas del juego, y algunas de ellas dominarlas con profundidad.

4 Dan


En RW la diferencia entre los jugadores de 4 Dan y siguientes, se estrecha mucho. Ya hay una diferencia casi abismal entre jugadores de 1 Dan, lo cual hace cuestionarse incluso si deberían considerarse Maestros tales jugadores. Los jugadores de 4 Dan ya apuntan alto: Mejores de su país (al menos temporalmente), y con perspectivas de ser los mejores (como consecuencia lógica de lo primero) de su respectivo continente, bien sea Asia, (Japón), EEUU o Europa. Son rivales realmente duros de batir en torneos, y podrían con suficiente tesón u ocasionalmente llegar a ganar a jugadores de 7 u 8 Dan.

5 Dan


Los jugadores de 5 Dan son por lo general jugadores veteranos. Son la evolución en años, de un jugador de 4 Dan, que ha visto como ha logrado el nivel de Maestro en pocos meses, pero sin embargo ha necesitado años para pulir su técnica a un nivel que le permita consagrarse como un jugador de 5 Dan. El jugador de este nivel, no solo es solvente en partidas en los múltiples torneos que ha tenido ya la experiencia de jugar, sino que es un muy buen jugador también de partidas rápidas, (incluso a 1 minuto). 

6 Dan


Nos vamos acercando al máximo nivel posible, a jugadores que podrían competir para quedar entre los 10 primeros del mundo. Muchos jugadores de 6 Dan han llegado incluso a quedar top4 del mundo en un World Othello Championship. En RW abundan los jugadores de esta categoría, siendo muy solventes no solo en aperturas avanzadas, (que suelen conocer mínimo hasta el movimiento 20/40) sino que además tienen un don especial para predecir y resolver finales con cierta solvencia. Suelen ser también por tanto rápidos tomando decisiones y maquiavélicos en sus estrategias. A este nivel se observa cierta infalibilidad: estos jugadores jamás cometen errores groseros, y no se despistan casi nunca. Es casi imposible ganarles por mucha diferencia.

7 Dan


Por último tenemos a los jugadores de 7 Dan, (aunque a la fecha de redacción de este artículo, no existían los jugadores de 8 Dan todavía). Lógicamente un jugador de este nivel tiene opciones serias de ser Campeón del mundo, (por ejemplo el Madrid en ganar la Liga de Campeones). La diferencia respecto del anterior nivel, radica en detalles de perfección. Suelen conocer directamente juegos completos de empate o derrota por la mínima, y llevan años practicando de forma tenaz y constante problemas de juego final y de aperturas, convirtiéndoles en rivales muy duros de batir para el resto.

viernes, 5 de abril de 2019

Dejarse ganar en campeonatos oficiales


Desde aperturas con un hipotético intento de 64-0, pasando por cierta desidia en el juego final... el othello, como todos los deportes, a veces da situaciones donde existe cierta disputa dudable. Y es que la primera vez que pensé que algunos jugadores podían dejarse ganar, fue en Barcelona en el 2013. Yo no tenía ni idea mucha idea de jugar, entonces, ¿cómo podía ser posible que estuviera a punto de ganar a ciertos jugadores? 

Lo primero es el hecho de descubrir/reconocer que el othello es un juego muy aleatorio. En el juego final los mejores jugadores también se equivocan, y una partida disputada puede terminar decidiéndose por detalles al final. Además, la suerte importa y también a veces un equipo del final de tabla puede ganar al Real Madrid. Así que años después simplemente llegué a la conclusión de que nadie con quién yo hubiera jugado, pretendía dejarse ganar. 

El segundo punto es más conflictivo y no estoy del todo seguro. Supongamos que viene un jugador nuevo al panorama del othello,  presentándose por primera vez en un torneo. Quizá no es muy bueno: ¿de verdad os gustaría ganarle pongamos 64-0? a mi me sabría un poco mal. Preferiría ganarle pero de una forma más ajustada. Aquí es donde entra mi teoría. Un jugador que se presenta a un torneo y quizá no sabe mucho, puede caer arrollado en todas las partidas y ni siquiera salvar 10 fichas en cada una de ellas. Pero los jugadores exprimentados, podemos hacer movimientos incorrectos al final a propósito, para tratar de ganar por menos diferencia. 

El objetivo de hacerlo, es simplemente fomentar el othello por encima de todo. Yo mismo me he planteado online dejarme perder ante jugadores Españoles por el hecho de que vean que todo es posible, aunque en muy escasas ocasiones lo he llegado a hacer. Así que simplemente ganando por 34-30 y dando la sensación de que el jugador novato es relativamente bueno, conseguimos fomentar el othello si dicho jugar vuelve a un evento en vivo, del mismo modo que volví yo. Por otro lado, dejarse ganar o perder discos puede influir en la clasificación final de dicho torneo, por lo que dicha estrategia es muy inusual llevarla a cabo en tales eventos. Por internet sí que ciertos jugadores llevan a cabo partidas menos precisas, con menos atención y a veces con interesantes retos sin obtener esquinas.

No obstante que una partida termine 34-30 o 35-29 es más fácil decirlo que hacerlo. Muchas veces no es tarea cotidiana conseguir ganar por poca diferencia, y si le das vidilla al rival, puede terminar ganándote.  No creo sinceramente que hayan jugadores que jueguen de tal modo, aunque no me parecería una locura. Lo que sí creo es que cuando alguien juega un torneo por vez primera, los demás jugadores no tienen ni idea de qué aperturas juega y si de verdad es bueno puede causar problemas, por lo que todo eso se traduce en un juego muy conservador por parte de sus rivales. Hablando mal: "nadie quiere perder con el novato", y eso da al final resultados ajustados. Mirando más allá, a mi no me gustaría que nadie se me dejara ganar. Sería un deshonor. Prefiero perder mil veces pero no ganar mal.  Igual que a mi no me gusta que alguien se me rinda, es posible que a otros jugadores tampoco les guste. Debe ser  un juego 100% limpio por ambas partes.