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miércoles, 29 de agosto de 2018

La paradoja de los tramposillos


Supongo que lo peor de hacer trampas, debe ser que te pillen. Para un jugador de cierto nivel, no diré que resulta fácil identificar a un tramposo, pero en una comunidad en crecimiento con ya abundantes torneos en casi todos los países, resulta cada vez más difícil hacer trampas sin levantar sospechas. La lógica inmediata más aplastante es la siguiente: ¿iba un jugador anónimo a mostrar un nivel de número 1 nacional o internacional e iba a seguir en el anonimato sin haber podido participar en un torneo en su respectivo país? Esto es más cierto todavía cuando el presunto tramposo es tan torpe de revelar su nacionalidad, y podemos comprobar como en ocasiones puede ser de un país con conocida tradición de torneos durante el año. En otros casos, el debate se centra en comentar por qué ese jugador es tan bueno en su país pero no mueve un dedo por organizar algo.

Sin embargo hoy quería centrarme en la paradoja de los tramposos, de cómo se les pilla y cómo muchos de ellos viven engañados doblemente. Sospecho de jugadores tanto por Playok como por otros sitios. Algunos de ellos experimentan anormales subidas de Elo (por ejemplo de 1100 puntos en Playok a +2000), algo a todas luces realmente imposible de lograr en pocos días. Salvo estos casos más evidentes, digo que juegan doblemente engañados porque en primer lugar se creen que están aprendiendo algo, y en segundo lugar se creen que el jugador que vence al programa, hace también trampas. Sin embargo lo que sucede es que ni se saben configurar bien el programa. También podrían vivir triplemente engañados, si creen que los demás jugadores no sospechan nada.

Alguien que haga trampas tampoco va a tener la poca vergüenza de presentarse en un torneo presencial. Por internet es otra historia, en Playok desaparecieron los torneos supongo que por este motivo. En cuanto hay rankings, estadísticas o torneos online, los tramposos aparecen como por arte de magia. De nuevo por tanto, ocultar los datos personales puede tener en este caso interés. Voy a preparar un artículo argumentando el hecho de por qué no deberíamos de preocuparnos acerca ocultar nuestros datos por internet. Insisto en lo de preocuparnos, ya que en principio había omitido esa palabra, pero ahora la he añadido porque evidentemente cada uno es libre de jugar como quiera. Puede venir un jugador y decirme: "Es que a mi me encanta llamarme en internet Grumpycat", así que por supuesto que cada uno se puede llamar como desee.

A otros jugadores ya se les conoce incluso por los nicks. Cuando preguntas por qué no juegan ningún torneo a pesar de su gran nivel online, te dicen que no pueden participar por algún motivo. En muchos caso será cierto. En otros casos se puede sospechar. Una excusa recurrente es el tema de los hijos: como si te secuestraran y no te impidieran ir a jugar, e incluso llevártelos. He conocido a más jugadores jugando con hijos, que jugadores que no acuden teniéndolos. Por alguna razón los hijos no te impiden estar 2 o 3 horas al día jugando, pero sí te impiden ir al torneo un simple día negociable al año. Salvo el cumpleaños de uno de ellos o algún día especial, es raro que sirvan de excusa. Sin embargo en una sociedad donde te explotan y puedes tener que trabajar de lunes a sábado, si tienes un día libre tiene sentido que quieras estar con ellos. No me quejo de eso. Lo que me parece más sospecho es cuando te dicen lo de: "no voy a dar mi mejor nivel" o te dicen que no son buenos. Esa explicación es más sospechosa cuando en efecto, online te han dado una paliza o han jugado sorprendemente bien. Tiene sentido que si hicieran trampas online, en el torneo se iba a notar, y pueden los tiros apuntar por ahí. 

El problema viene cuando el tramposo pierde una partida incluso usando el programa. Ahí está la paradoja, que alguien pierda juegos online, (aunque sean pocos) no justifica que no haya hecho trampas. (De igual modo que alguien que salga en el ranking WOF y tenga sus datos personales tampoco le exime de hacerlas, aunque será menos probable). El problema es que un jugador experimentado no haría trampas porque ya conoce que va a ganar de antemano, y eso no tiene gracia. Aquí está el matiz: Nadie puede ganar al Zebra, (Nadie). El problema es que los jugadores principiantes no lo saben, y utilizan el programa sin configurarlo bien, siendo posible para jugadores muy buenos, llegar a batirles. Otros jugadores experimentados han memorizado partidas de empate para protegerse en contra de tramposos. Como todos sabemos, el Zebra puede jugar aperturas humanas o no, puede jugar con aleatoriedad o sin ella. Sin embargo un novato eso no lo sabe. A veces, el resultado es su dedo acusador hacia nosotros.

En otros casos, tener nicks raros o graciosos estoy convencido de que a menudo perjudica. Durante bastante tiempo he jugado con mi nombre y a veces mi apellido online, revelando mi blog, de modo que cualquier jugador no sospeche de que yo sea un tramposo. Sin embargo, no han sido pocos los que me han acusado de hacer trampas tras una derrota, y eso que les he facilitado mis datos. En muchos de esos casos, han rectificado. Algunos, me han pedido disculpas. Esto pone de manifiesto que si queremos difundir el othello, los jugadores grandes deben reflejar sus datos online, sin tener miedo. La evolución de las nuevas tecnologías lo propone así en pleno siglo XXI: Para qué ocultar algo si se va a terminar sabiendo, y vas a hacer más daño de lo que vas a difundir el juego. Si el othello no es conocido, lo va a ser menos si encima nos vamos escondiendo, dando la sensación de que encima podríamos hacer trampas. Además, un tramposo siempre usará un nick anónimo, así que mejor no parecernos a él.

Algunos deducen, (como hacen incluso los casinos) que si ellos hacen trampas y pierden, es que el tramposo somos nosotros. Otros deben pensar que somos muy buenos, y viven engañados creyendo que ni con ayuda de programa nos pueden ganar. Así que según mi experiencia, calculo que una gran mayoría (quizá el 90%) de tramposos online, no se saben configurar bien el software, de modo que suelen perder partidas. También hay jugadores veteranos que lo saben configurar bien. En Othello Quest no son pocos los que se registran con un nuevo nick y atesoran un parcial de 100-0 aplastando a sus rivales. Hasta que dan con el número 1 mundial y empatan o incluso le ganan, como he visto varias veces. Los más suspicaces me podréis decir que la motivación en Othello quest además de salir en el top20 puede ser la de enfrentarse a ese número 1, que de otra forma no podrían ni retar. Como todos sabemos, en una página que empareja por Elo, si quieres jugar con los mejores, puedes hacerlo si tu Elo es suficientemente elevado. Por otro lado, esto no justificaría que siguieras haciendo trampas una vez llegas a ellos.

La paradoja y conclusión final del artículo es que los buenos jugadores no van a hacer trampas porque les aburre y conocen el resultado de antemano, por lo que habitualmente las hacen los novatos, por lo que resulta bastante fácil pillarles. Por otro lado, un jugador experimentado haría fallos para disimular y sería imposible probar que hace trampas, pero no lo hará porque le parecería una absoluta pérdida de tiempo. En cualquier caso: a menudo vamos a conocer con bastante seguridad quién podría hacer trampas.

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