Páginas

viernes, 31 de mayo de 2019

Lo importante es participar



"No voy a ganar, luego no vale la pena participar". Ya estamos, ya volvemos a empezar. "Soy muy malo". Eres malo pero me has ganado, ¿entonces yo qué soy? Muchos argumentos de ciertos jugadores son negarse a participar en torneos porque no pueden ganarlos. Se olvidan de que solo puede ganar uno, y de que lo importante aunque sea un tópico, es participar. Pasarlo bien jugando al othello, no me cansaré de repetirlo. Debemos ver en el othello un juego que nos divierte y con el que somos capaces de pasar horas jugando, y debemos de sobreponer nuestro amor por el juego, al simple hecho de ganar o perder.  No será el último artículo que hable sobre esta temática, y es que me parece relevante repetirlo y comentarlo las veces que sean necesarias. 

Quizá los que hemos practicado deporte (de competición o no) somos más proclives a participar en torneos de othello. Personalmente he jugado a fútbol 7 durante unos años. Antes de ficharme a mi (no es por ir de bueno jeje) mis compañeros me comentaron que perdían todos los partidos por 12 a 0  como poco. Se tiraron varias temporadas sin meter un gol, siendo derrotados por más de 12 goles de diferencia. Un buen día se plantearon meter defensa de 2, aquello no podía seguir. Desde entonces, 2 jugadores se quedarían de pivote delante del portero durante todo el partido, les gustara o no. Pasaron a perder los partidos por 7 u 8 goles de diferencia en vez de por más de 10 y eso les dio cierta satisfacción. Evidentemente a nadie le gustaba estar en defensa sin poder tener ocasiones de gol, pero iban rotando los defensas, hasta que ya antes de ficharme a mi empezaron con la defensa de 3. 3-2-1, era el esquema que empezaron a utilizar y así empezaron a encajar menos de 5 goles por partido y hasta a ganar alguno. ¿Por qué explico esto? Porque en ningún momento se plantearon abandonar. Podríamos pensar lógicamente que si juegan cada fin de semana un partido de fútbol y lo pierden por 14 a 0, en unas semanas podrían abandonar, (además no olvidemos de que pagaban más de 150 euros por temporada). He querido explicar la evolución de cómo pasaron a empezar a ganar partidos para no dejar la anéctoda muerta ahí, pero lo que quiero decir es lo siguiente: ellos jugaban a fútbol aunque perdieran porque la emoción y lo bien que se lo pasaban a pesar de perder, superaba en si mismo la derrota misma. De igual modo, si nuestro amor por el othello es lo suficientemente grande, nosotros tampoco deberíamos tener reparos de participar en un torneo, a pesar de perder. Conozco a mucha gente con esa forma de pensar, (yo el primero). Tampoco voy a ser hipócrita, a todos nos gusta ganar, pero algunos jugadores se dejan llevar más por la derrota que por la victoria, y eso es lo negativo. 

Otra cuestión sería si me negáis vuestro amor por el othello. Dicha forma de pensar puede ser ilógico para alguien que se pasa horas jugando, digamos alguien que lleva más de 1000 juegos de othello a sus espaldas. ¿Cómo no te iba a gustar algo a lo que le has dedicado más de mil juegos? Bien, yo soy el primero por aquí que he reconocido que tenía una relación de amor-odio con el othello (pero al menos había amor). He comparado el othello a 1 minuto con la heroína. El problema es que yo jugaba juegos a 1 minuto compulsivamente sin poder parar y eso me provocaba daños físicos, de ahí mi osada comparación y de ahí que no me llegara a gustar del todo realmente. Fue cuando me desenganché de esas partidas cuando empecé a disfrutar al 100% del othello y darme cuenta de que era un juego maravilloso si lo jugaba con la debida mesura, (supongo que como todo). 

Salvo estos casos, creo que todo jugador que haya disputado más de mil juegos a othello por internet, (que garantizarían horas de dedicación), deberían también participar en un torneo presencial. Es lógico que así sea y es hasta mejor para ellos. Sin embargo el ser humano nunca actúa en beneficio propio en muchas ocasiones, y dicho paradigma ha sido motivo de estudio económico. Por ejemplo en económicas la mayoría de teorías afirman que el hombre se comporta de forma racional y que no sería lógico ni realizaría actos que le perjudicaran a sí mismo. La conducta perniciosa en economía ha sido también foco de estudio, pues economistas racionalistas se cuestionan como es posible que alguien realice actos que perjudiquen a si mismos y al resto, no es lógico. Por eso muchas teorías económicas han fracasado, al no considerar que los seres humanos pueden actuar de forma perjudicial para si mismos y para el resto. El hecho de fumar es un ejemplo clásico, de persona que se perjudica a si misma y al resto, pero hay infinidad de ejemplos más. El no querer jugar un torneo de othello cuando en el fondo se desea, es otro ejemplo más de perjuicio para uno mismo, (y puede que para el resto si en el torneo existe un quorum mínimo que supedita la participación). Pero ya entraríamos en el debate más filopsicológico enfre el superyo y el ego, que como decía Freud, ni siquiera era aconsejable que coincidiera. 

Pero insisto, lo importante es participar y no pensar en la derrota sino en jugar la partida. El othello es un juego también muy psicológico, y las derrotas se magnifican cuando te quedas sin discos, a todos creo que nos ha pasado, y a mi me sabe mal y por eso intento mover rápido cuando voy a ganar la partida dejando a mi rival sin fichas. Pero hay que saber perder, y no hay que mirar si hipotéticamente podríamos quedar primeros, terceros o segundos. Hay que jugar más presencialmente y hay que intentar pasarlo bien. Es una afición más, y los torneos se dan en la actualidad una vez al año así que el compromiso tampoco es tan grande, ¿no?

1 comentario:

  1. Hola Sergio. Acá en Brasil tenemos algunos torneos, y es la mejor forma de aprimorar la calidad de juego de uno. Muy bueno tu post.

    ResponderEliminar